Estados Unidos investigaría posibles violaciones al embargo de un barco que transportó autos a Cuba

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Agencias federales de Estados Unidos tendrían una investigación en curso sobre el barco de cargas Glovis Corona, que transportó 800 autos nuevos a Cuba a mediados de octubre, por posibles violaciones a las leyes del embargo estadounidense contra la Isla.

«Se está reuniendo toda la información vinculada a las actividades de esta embarcación en puertos estadounidenses para comprobar que se cumplieron los procedimientos marítimos y comerciales establecidos… Es una investigación muy exhaustiva», declaró a CiberCuba una fuente vinculada al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que no reveló su identidad.

El arribo del Glovis Corona al puerto de La Habana a mediados de octubre con el cargamento de autos nuevos de las marcas Kia Picanto, Hyundai Elantra y Santa Fe para rentar al turismo, generó fuertes críticas al manejo de recursos por parte del gobierno cubano, tras meses de desasosiego provocados por la pandemia de COVID-19 que entre otros problemas, desnudó una preocupante escasez de ambulancias.

La embarcación había partido a Cuba desde el puerto de Mobile, en Alabama, donde Hyundai tiene su mayor fábrica de autos en Estados Unidos, por lo que algunos cibernautas afirmaron que la adquisición de los vehículos constituía “una prueba” de la inexistencia del bloqueo.

De acuerdo con el medio independiente, el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), la Guardia Costera (USCG) y a la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento del Comercio de Estados Unidos participan en la investigación, que fue confirmada por un representante de la compañía Norton Lilly International, encargada de gestionar las operaciones de Hyundai Glovis.

Los registros de navegación indican que el Glovis Corona partió de Yantai, China, el 30 de agosto hacia la ciudad de Pyeontaek, en Corea del Sur, donde completó su carga para seguir un itinerario que le llevaría a transitar por Panamá hasta Estados Unidos.

En el país norteamericano tuvo su primera parada en Freeport, el 5 de octubre, y cuatro días más tarde llegó a Mobile, donde sólo descargó mercancías antes de zarpar hacia la capital cubana, según la fuente.

Las regulaciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro respecto a Cuba prohíben la entrada de barcos a Estados Unidos hasta 180 días después de haber salido de puertos en la Isla.

«Creo que la naviera surcoreana actuó de buena fe y asumió que este cargamento entraba dentro de la categoría de exención de EAR99, lo que hacía que las operaciones del buque fueran permisibles», declaró una persona de Hyundai Glovis, indica el reporte del medio independiente.

No obstante, la embarcación coreana se localiza actualmente en el puerto de Nueva York, de acuerdo con los registros del sitio digital vesselfinder.com.

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