Electroshock «ahí mismo» puede curar la eyaculación precoz

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¡¿Un corrientazo allá abajo?! Parece una broma pero no. Un estudio reciente ha encontrado potencialmente una cura para la eyaculación precoz, una enfermedad que puede afectar hasta al 39% de los hombres en el planeta y que, según este estudio, puede curarse con una descarga eléctrica en el pene. O sea, con electroshock.

Al menos esto dice el estudio: que recibir un par de corrientazos «en el aparato» puede curar la eyaculación precoz a quien la padezca.

La llaman la peor de las desgracias para un hombre. Solo superado por la disfunción erectil, aunque no se sabe qué cosa es peor. Si que el papalote no se eleve o que se vaya pronto a bolina.

Incluso, si fuera una chiringa… bueno, allá el que tenga cualquiera de esos tres problemas.

El estudio, hecho por médicos en el Líbano, es la respuesta a aquellos que, como un hombre no identificado que se se inyectó cocaína, y cuyo caso apareció en la revista American Journal of Case Reports, y que buscaba que su «machete» se activara y terminó con este de color negro, buscan la solución a la eyaculación precoz. Al 1,2,3 ya!

Los investigadores creen que han encontrado la cura para la eyaculación precoz, con esta «técnica» que es literalmente impactante. Un chuchazo de corriente y a correr liberales del Perico.

Lo argumentan con la historia de un hombre, que asegura haber durado «siete veces más» – o demorado siete veces más – de lo normal en él, luego de que este se sometiera a esta terapia de corriente eléctrica o electroshock.

El estudio fue publicado recientemente en la revista Asian Journal of Urology, en la cual se detalla cómo los médicos de Beirut hicieron pasar una corriente eléctrica a través del pene de un hombre para estimular su nervio dorsal, uno de los nervios que recopila información sobre el movimiento y las sensaciones del pene.

El estudio del caso se hizo en un hombre de 28 años que, según los informes, llegaba al clímax después de solo 40 segundos de sexo «en casi todas las ocasiones».

Después de estar en una relación durante más de un año e intentar complacer a su novia al menos dos veces por semana, el hombre comenzó a buscar ayuda médica especial cuando las drogas le fallaron.

El hombre no identificado fue tratado con la terapia de zapping mediante la colocación de electrodos en su pene durante 30 minutos de corriente continua tres veces por semana.

Los médicos en el Líbano pudieron ayudar a un hombre a durar aproximadamente siete veces más en la cama después de someterse al electroshock.

Y… no se burlen, pero esto afecta a muchos y es realmente vergonzoso padecerlo.

Dicen que la eyaculación precoz afecta a entre el 4% y el 39% de los hombres. Y estos son los casos de los que lo informan, porque se cree que la mayoría no lo hace.

El estudio dice haber demostrado que, luego de 15 meses, el hombre del estudio pudo tener relaciones sexuales durante un promedio de 3,9 minutos antes de completarlos. O sea, que de 40 segundos pasó a cuatro minutos.

La eyaculación es un proceso que consiste en la liberación de espermatozoides por la contracción rítmica de múltiples músculos perineales. Los científicos creen que la terapia de choque del nervio dorsal del pene funciona para retardar la contracción de los músculos para mantener la actividad sexual antes de la eyaculación, aunque a ciencias ciertas nadie sabe por qué hay quien se va del aire tan rápido.

Al menos en el caso de este hombre, la terapia con electroshock mostró resultados aparentemente inmediatos y continuó ayudando a la resistencia sexual del hombre incluso después de los seis meses de tratamiento.

Según el Instituto para la Calidad y Eficiencia en el Cuidado de la Salud, el hombre promedio puede durar de 5 a 7 minutos sin necesidad de electroshock.

Los investigadores señalaron que el tratamiento conductual tiene «menos efectos secundarios y un costo más bajo» que muchos medicamentos y funciona para «mejorar la confianza en uno mismo y aliviar la ansiedad y la depresión al capacitar continuamente a los hombres para que dominen ciertas habilidades sexuales».

En todo caso, un remedio que nunca le ha fallado a algunos «expertos» de la calle con los que uno suele encontrarse, es hacer cálculos matemáticos de tres cifras. Es decir: intentar multiplicar 375 x 465 o 766 x 904 en pleno acto sexual, a fin de desviar un poco la atención de tu cerebro un poco y que no se te vaya el tren tan rápido y dejes a tu pareja en Blanco y Trocadero.

A no ser que seas un Yusnier Viera, dicen los que saben, que ese ejercicio matemático en pleno acto sexual está garantizado contra la eyaculación precoz.

Valdría la pena intentarlo y evitar así el molesto electroshock que, a no dudarlo, debe ser molesto.

Por sí o por no, ¡no lo intenten con los tomacorrientes en la casa!

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