Ganar el premio mayor de la lotería es una suerte para algunos, pero una maldición para otros.
Un reportaje de AP nos trae la historia de David y Erica Harrig, de Gretna, Nebraska, una pareja que en el año 2013 se ganó $61 millones de dólares en la lotería.
El reportaje de la agencia cae sutilmente en medio de el explote noticioso que significó el hecho de que una sola persona se ganó el premio mayor de la lotería del Mega Millions. Nada más y nada menos que $1,337 mil millones de dólares.
Ambos decidieron mantenerse apegados a sus valores y gracias a eso han podido transmitir a sus hijos lo que significa «permanecer en la comunidad» y sobre todo a «trabajar duro para ganarse la vida a pesar de cualquier ganancia financiera inesperada que pueda surgir.»
Pero, dice AP, a otros no les ha pasado igual, pues ganar el premio mayor de la lotería es una suerte para algunos, pero una maldición para otros.
De hecho, Dave Harrig, tuvo que lidiar con esto: casi de la noche a la mañana, el buzón de correos de la casa se llenó de cartas llenas de historias de mala suerte: niños enfermos, trabajos perdidos, casas quemadas. Todos querían que Dave les donara dinero.
Los chismes y bretes no faltaron. AP señala que comenzaron a circular rumores como «que su esposa en un momento se escapó con un médico y que él tenía una novia abogada.»
Dave dice que sus cuatro hijos tuvieron que soportar burlas en la escuela.
Más o menos similar le pasó al difunto Andrew Whittaker Jr., de West Virginia, dice AP.
Este hombre sufrió demandas y reveses personales después de reclamar un premio mayor récord de $ 315 millones en Powerball en la noche de Navidad de 2002, que en ese momento fue el premio mayor de lotería más grande de los EE. UU. ganado con un solo boleto.
«La gente lo acosaba tanto con solicitudes de dinero que fue citado varias veces diciendo que deseaba haber roto el boleto,» dice la agencia.
Whittaker murió en el año 2020 a los 72 años, de causas naturales; pero años antes, debido al acoso, tuvo problemas de alcoholismo; se convirtió en un apostador, y debió sufrir la muerte de su nieta.
Manuel Franco, de West Allis, Wisconsin, se ganó en la lotería $768 millones en abril de 2019, y luego de anunciar su suerte a los cuatro vientos, y con apenas 24 años de edad, comenzó a recibir acoso de extraños y los medios de comunicación.
Por eso, si Ud. se gana la lotería algún día y no vive en uno de esos pocos estados donde el ganador puede permanecer anónimo, lo mejor que puede hacer es mudarse.
Tal vez, quien sabe, reaparecer a los dos años. Como si fuera el Ave Fénix o un fantasma.
Sí, porque el acoso, apenas se enteran que eres millonario, es de apaga y vámonos.
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