La Embajada de Estados Unidos en La Habana ha emitido un llamado a la tranquilidad en medio de una avalancha de rumores que, al mejor estilo del famoso juego del teléfono roto, han encendido las redes sociales y los grupos de WhatsApp de cubanos tanto dentro como fuera de la Isla. “No te dejes engañar por rumores”, publicó la sede diplomática de EEUU en Facebook, recordando a los usuarios que “la única información oficial es la que proviene del Gobierno estadounidense”.
Pero, mientras Washington insta a la mesura, el gobierno cubano, con su histrionismo de siempre, parece estar ensayando para un remake de la película La guerra de los mundos. Durante una sesión del Ejercicio Estratégico Bastíon 2024, Miguel Díaz-Canel desempolvó el discurso belicista.
El desencadenante de esta tormenta fue una publicación en redes sociales del periodista Mario Vallejo, que hablaba de un supuesto borrador de medidas de la administración Trump contra Cuba. Entre los puntos especulados estaban la suspensión total de remesas, la cancelación de vuelos comerciales y la deportación de cubanos con antecedentes penales. Aunque estas medidas recuerdan a acciones ya tomadas en el pasado por Trump, fuentes oficiales en Washington han desmentido categóricamente la existencia de tal plan.
Mario J. Pentón, conocido periodista de Martí Noticias, no se contuvo y arremetió contra la desinformación. En un video que circula ampliamente, Pentón pidió calma y apeló a la responsabilidad periodística: “Me molesta profundamente que jueguen con los temores de personas que ya están en situaciones vulnerables”. Según él, algunos de estos rumores podrían tener origen en los laboratorios de desinformación del gobierno cubano.
Sin embargo, mientras esto sucedía, Díaz-Canel trajo de vuelta los viejos manuales del “síndrome de plaza sitiada”, con ejercicios militares que evocan los tiempos más intensos de la Guerra Fría. En su visita a Mayabeque, aseguró que el país está listo para una “batalla defensiva territorial”, advirtiendo que “con Trump en la Casa Blanca, garantizar la invulnerabilidad militar es prioritario”.
Lo cierto es que aunque las redes sociales son un hervidero de desinformaciones, más ahora que Marck Zuckerberg ha eliminado el fact checking de su plataforma Meta, la verdad es que no hay confirmación de nuevas medidas drásticas de Washington contra La Habana, mucho menos de índole bélico. Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional han insistido en que cualquier anuncio oficial será divulgado por los canales correspondientes. Sin embargo, no se puede ignorar el historial de tensiones y medidas restrictivas que marcaron la primera administración de Trump.
Los analistas de este fenómeno apuntan que el gobierno cubano está explotando estos rumores para justificar su narrativa de resistencia. Desde los medios oficialistas, se repite el mensaje de que “el enemigo no tendrá cabida”, mientras se promueven ejercicios como el Bastíon Universitario, donde hasta los estudiantes de Informática practican tiro con escopetas viejas.
Amanecimos con estudiantes de la UCI en prácticas de tiro, como parte del #BastiónEstudiantil.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) January 21, 2025
Lo dejó dicho #Fidel: “Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el Pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención”. Es un principio inviolable. pic.twitter.com/0OdnncCgpM
Entre tanto ruido, las verdaderas víctimas de esta situación son los ciudadanos cubanos, tanto los que esperan una visa frente a la embajada en La Habana como los que sueñan con reencontrarse con familiares en el exilio y largarse de la miseria en que viven. Mientras unos tratan de encontrar información veraz, otros solo quieren que la salsa vuelva a ser el contexto de las batallas y no los discursos inflamados de sus líderes.
Por ahora, la recomendación de las autoridades estadounidenses es clara: calma y verificación. Quizá sea hora de dejar las congas de guerra y recordar que a veces la mejor batalla es la que se evita.
Ah, por si alguien se lo pregunta, la referencia a “Manolín” no es casual. En los años 90, el médico convertido en salsero popularizó una pegajosa canción que instaba a “ir a la batalla”, aunque en aquel contexto la batalla era por el corazón de una chica y no contra un hipotético desembarco imperialista.
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a grades, problemas, grandes soluciones, todas la medidas que se tomó contra la dictadura cubana, son pocas, lleva ese pueblo 65 años de dictadura de la familia castr6
a grades, problemas, grandes soluciones, todas la medidas que se tomó contra la dictadura cubana, son pocas, lleva ese pueblo 65 años de dictadura de la familia Castro. siempre es lo mismo, no hay libertad de expresión 🤷