Una joven de 22 años que se convirtió en la primera estudiante transexual de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas y fue entrevistada por medios estatales cubanos, que guardan silencio sobre otra de las mujeres trans, condenada a 14 años de prisión por manifestarse el 11 de julio contra el gobierno.
«Gracias a mis profesores que siempre están a mi lado y desde el minuto cero estuvieron presentes, haciendo lo posible para que este sueño fuera real, al claustro directivo de la carrera que en todo momento me dio el SI y estuvieron bien preocupados por mi bienestar…, estoy muy contenta y emocionada la verdad, pues estos ligeros pasos son significativos para mí», dijo Ariana Mederos, quien cursa el segundo año de la carrera de Medicina.
En una entrevista para Radio 26, la futura doctora expresó su deseo de especializarse en Endocrinología y agradeció el apoyo de su novio, quien «en todo momento ha estado presente y me apoya desde que decidí empezar este sueño”, según comentó.
Ari, como le conocen, espera que un día su familia entienda su decisión.
Una historia distinta le tocó vivir a Brenda Díaz, conocida como “La Pichu”, quien fue condenada a 14 años de cárcel por tribunales cubanos.
La joven de 28 años se unió a las protestas del 11 de julio pasado en Güira de Melena y posteriormente fue detenida y acusada de desorden público y atentado, por lanzar piedras contra una tienda en MLC.
“Es VIH positiva y padece de gastritis crónica y de cálculos en los riñones. Siempre tiene cólicos nefríticos”, explicó su madre Ana María García al medio independiente Tremenda Nota.
Según la fuente, apenas ingresó en la prisión la raparon y hasta ahora le impiden vestirse de mujer porque se encuentra recluida en una cárcel para hombres.
“Le quitaron su mayor sueño, que era su pelo. Lo tenía bien largo. Verse así, pelada tan bajito, casi al rape, es un dolor muy grande”, lamenta García, otra de las mujeres trans en Cuba.
