La falta de medidas efectivas para mejorar la seguridad laboral y frenar el tabaquismo en edades tempranas sugiere que estos problemas podrían seguir empeorando en los próximos años, a menos que se implementen políticas más contundentes y se refuercen las acciones preventivas a nivel nacional.
En los últimos meses, dos tendencias alarmantes han comenzado a manifestarse con mayor intensidad en Cuba: el aumento de las muertes laborales y el incremento en el número de jóvenes fumadores. Ambos problemas reflejan las profundas deficiencias en la protección laboral y la salud pública que enfrenta la isla, exacerbadas por la crisis económica y social que atraviesa el país.
Según un reciente informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el número de muertes por accidentes laborales en Cuba aumentó un 8,7% en el primer semestre de 2024, a pesar de que el número total de incidentes disminuyó.
En este período, se registraron 25 fallecidos en 23 incidentes fatales. Esto pone de manifiesto un problema grave en términos de seguridad laboral, donde los accidentes que ocurren tienen consecuencias cada vez más letales.
Los sectores más afectados incluyen Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, con seis fallecidos; Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura, con cuatro muertes; e Industrias Manufactureras, Suministro de Electricidad, Gas y Agua, y Comercio, con tres fallecidos cada uno. Estas cifras revelan la persistencia de riesgos significativos en áreas clave de la economía cubana, donde la falta de equipos de protección adecuados y la inobservancia de las normas de seguridad contribuyen a esta trágica situación.
Además, el informe destaca que, aunque el número total de accidentes laborales se redujo en un 3,8% en comparación con el año anterior, el coeficiente de mortalidad, que mide el número de fallecidos por cada 1.000 lesionados, se incrementó de 25,3 a 28,9 puntos. Esto subraya una mayor gravedad en los accidentes registrados, lo que evidencia una preocupante degradación en las condiciones laborales.
Auge del tabaquismo entre los jóvenes
Por otro lado, el aumento en el consumo de tabaco entre los jóvenes cubanos es otra tendencia preocupante. En la provincia de Sancti Spíritus, más del 15% de los fumadores son adolescentes y jóvenes, según un reporte de Radio Sancti Spíritus basado en estadísticas del Programa nacional de prevención y control del tabaquismo. Este incremento ha llevado a un aumento en las afecciones pulmonares entre los jóvenes, con más personas de estos grupos acudiendo a los servicios de neumología del Hospital General Camilo Cienfuegos.
El jefe del Grupo Provincial de Oncología, Jorge Manuel Álvarez Blanco, alertó sobre el crecimiento del tabaquismo en edades tempranas, señalando que se ha convertido en una «moda» entre los jóvenes. El consumo de tabaco es responsable de al menos 13 neoplasias malignas en los cerca de 200 casos nuevos de cáncer de pulmón diagnosticados anualmente en la provincia.
A pesar de las medidas implementadas por las autoridades, como el aumento de los precios de los cigarrillos y la limitación de venta, el consumo de tabaco no ha disminuido. Al contrario, la exposición al tabaco sigue siendo una de las principales causas de enfermedades crónicas en Cuba, afectando gravemente la salud de la población joven.
Mientras que en Cuba aumenta la pobreza, el costo de la vida y la desesperanza, lo que no aumenta es la capacidad de los ciudadanos para vivir con dignidad, seguridad y esperanza en su propio país.
Esta realidad pinta un panorama sombrío, donde los cubanos se ven atrapados en una espiral descendente de la que buscan escapar, muchas veces, emigrando.
Otras cosas que aumentan y que no aumentan en Cuba
En Cuba, la realidad actual está marcada por una serie de contrastes entre lo que aumenta y lo que no en la vida cotidiana de sus ciudadanos.
A medida que la crisis económica y social en la isla se profundiza, se evidencia que mientras algunas cosas aumentan, otras parecen estancarse o incluso retroceder, afectando gravemente la calidad de vida de la población.
Lo que aumenta:
- Pobreza Extrema: En 2024, se estima que cerca del 89% de los cubanos viven en condiciones de pobreza extrema, una cifra alarmante que refleja el deterioro continuo de las condiciones económicas. La falta de acceso a alimentos básicos ha llevado a que muchos cubanos tengan que renunciar a al menos una de las tres comidas diarias, y la situación solo parece empeorar.
- Desesperanza y Migración: Los deseos de los cubanos de abandonar el país han aumentado significativamente en los últimos años. Este éxodo masivo es una respuesta directa a la falta de oportunidades y a la profunda crisis que enfrenta la nación, donde la esperanza de un futuro mejor dentro de Cuba se desvanece rápidamente.
- Precios de Servicios Básicos: Los costos de servicios esenciales como la electricidad, el agua y el combustible han visto incrementos considerables. Estos aumentos agravan la situación financiera de las familias cubanas, que ya luchan por subsistir en un contexto de alta inflación y salarios estancados.
Lo que no aumenta (y en algunos casos, disminuye):
- Poder Adquisitivo: Los salarios en Cuba no han experimentado un aumento real en años, quedando completamente rezagados frente a la inflación galopante. Esto ha erosionado el poder adquisitivo de los cubanos, quienes cada vez tienen menos capacidad para cubrir sus necesidades básicas.
- Esperanza de Vida: Contrario a lo que podría esperarse, la esperanza de vida en Cuba ha disminuido recientemente, reflejando el impacto de la crisis sanitaria y la falta de acceso a medicamentos y atención médica adecuada. Este retroceso se suma al incremento de la mortalidad infantil, otro indicador preocupante de la crisis humanitaria en la isla.
- Calidad de Vida y Derechos Sociales: Los derechos sociales y económicos de los cubanos se encuentran en un franco retroceso. La escasez de alimentos, medicamentos y productos básicos, junto con la represión política y la falta de libertades fundamentales, ha llevado a un deterioro constante en la calidad de vida de la población.
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