Alrededor de 24 horas después del derrumbe que dejó saldo de un fallecido en La Habana Vieja, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel envió sus condolencias a los familiares de la víctima, a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
“Hemos estado al tanto del derrumbe ocurrido en La Habana Vieja, al que autoridades del Partido y del Gobierno en la capital han prestado atención desde el primer momento. Lamentamos la muerte de Rolando León y extendemos nuestras sentidas condolencias a sus familiares y amigos”, escribió el mandatario cubano.
El incidente ocurrió pasadas las 9:00 de la noche de este jueves, cuando la fachada de un edificio ubicado en la intersección de las calles Ángeles y Monte, se desplomó sobre la vía pública.
El cuerpo de la víctima fue rescatado de los escombros por los vecinos del lugar apenas minutos después del estruendo provocado por el colapso de la pared, y mucho antes que los efectivos de la policía y los bomberos llegaran al sitio.
Un día después del derrumbe, varios vecinos culpan a las autoridades por no actuar antes.
Miguel Alejandro Alderete, quien vive en un local colindante al sitio del accidente, comentó a 14yMedio que la segunda planta de la edificación debió haber sido demolida desde hace 15 años.
Él mismo vivió allí. Recuerda que los trasladaron después que a uno de sus hermanos «se le hundió el pie en el piso de tal forma que se fue para abajo por completo», indica el medio independiente.
Una fotografía tomada por un usuario de Twitter el mismo día del siniestro mostraba la pared agrietada e inclinada hacia la calle; “en cualquier momento se cae y ocurre una desgracia”, advertía la publicación.
Por eso la demora del mensaje de Díaz-Canel irritó a varios usuarios de la red social, quienes critican que el presidente alabe la labor del “Partido y el Gobierno” después del accidente.
“Si fuera cierto eso en estos momentos Rolando estaría vivo!”, le respondió un internauta dejándole ver que no creía en su lamento.
Otros le cuestionaron la enorme inversión en infraestructura hotelera llevada a cabo por el gobierno en la propia capital cubana en los últimos años, mientras da la espalda al creciente deterioro de las viviendas y el resto de las edificaciones de la urbe.
De acuerdo con cifras oficiales, cientos de edificios y viviendas en La Habana están en peligro de derrumbe, mientras que alrededor de 307.325 inmuebles, el 43% del fondo habitacional de la capital, han sido catalogados como en regular o mal estado.
