Inés María E. «vivía» en la calle Ángeles, entre Monte y Maloja. Su amiga Sandra Magide – ya fallecida – era la verdadera residente en el lugar, pero Inés «vivía» allí. La visitaba todas las semanas. Entre lunes y domingo salían juntas. En algunos de esos días, en varios de ellos, se quedaba a dormir en su casa. Esta mañana, tras conocer del derrumbe ocurrido se puso en contacto con este redactor para ofrecer su testimonio y señala:
«»Hace más de 20 años eso estaba así.»
El periodista Jorge de Armas, en un post publicado en su perfil de Facebook asegura incluso que más y habla de un número que casi duplica el de nuestra testimoniante: 35 años.
Un muerto confirmado y varios heridos graves en el derrumbe de un edificio en La Habana Vieja
El edificio se derrumbó en la noche del jueves. De inmediato el gobierno movilizó decenas de carros de bomberos y de la Defensa Civil al lugar, pero ya era demasiado tarde. Al menos para los que vivía en el edificio ubicado en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja, dejando hasta ahora un fallecido según datos oficiales, aunque el periodista Héctor Luis Valdés Cocho, que estuvo presente en el lugar tras el suceso habla de cuatro fallecidos.
«Lo recuerdo bien. Cuando salíamos Sandra y yo, y llovía, por ejemplo, yo me negaba a pasar por debajo de la columnata.
«Ay Sandra, esto se va a caer,» le decía. Prefería mojarme.»
Inés María dice que no recuerda con exactitud si el edificio tenía dos o tres plantas.
«Ha pasado mucho tiempo. Te diría que tres, lo que sí recuerdo era que unas columnas gruesas, pintadas de azul sostenían malamente aquella endeble estructura.»
Dos horas después del siniestro, señala el portal 14ymedio, los camiones seguían sacando escombros del lugar.
El edificio estaba situado en la esquina, junto al semáforo.
Inés María asegura que los vecinos, a través del delegado de la Circunscripción fue quienes presionaron para que, en una estructura aledaña, pusieran un teléfono público.
«Era tanto el miedo de la gente que eso se viniese abajo en cualquier momento, que te puedo asegurar que el teléfono público lo pusieron allí por eso; por si sucedía algo.»
Los heridos de anoche fueron llevados al Hospital Calixto García. Es impreciso la cantidad de ellos, pero deben haber sido más de diez, teniendo en cuenta la hora. La mayoría de las familias que allí residían, imposibilitadas de irse a vivir a otro lugar, estaban dentro de sus casas pasadas las cinco de la tarde.
Rumores y algunas fotos que circulan en las redes sociales dan cuenta de la magnitud del suceso y validan esta tesis. 14ymedio dice que varios de los heridos son de gravedad.
«Ahora mismo me gustaría saber qué ha sido del zapatero que arreglaba sus zapatos ahí, en la calle Ángeles. Y de su familia. Era un hombre mayor, de raza negra, su familia lo ayudaba en el oficio. No recuerdo exactamente dónde es que él arregabla sus zapatos pero era allí. Vivía allí. Ojalá estén todos vivos,» dice Inés María con la nostalgia apegada a su voz.
«Tantos hoteles que construyen… tantos recursos que se malgastan. Esa gente vivió así, durante años. Solo la fuerza de la gravedad, los mantuvo vivos hasta ahora,» sentencia.
En enero de 2020, tres niñas fallecieron a escasos 700 metros del lugar.
Ese día un balcón se derrumbó y aplastó a las tres menores que jugaban debajo. No existía una cinta ni un cartel que limitara el acceso al lugar.
«Habría que poner cintas por todo eso. Todos esos edificios están así, destruidos. Unos más otros menos. La gente prefiere por eso caminar por las calles, y no por las aceras,» explicó también Inés María.
pd: finalizada la redacción de esta nota, Inés María se puso en contacto con este redactor y nos envía una foto y una aclaración que es, a la vez, una buena noticia. El zapatero y familia a la que ella hizo referencia en su testimonio, vivían a escasos metros del lugar.
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