Tres ciudadanos de origen cubano fueron arrestados en la ciudad de Tampa, perteneciente al condado de Hillsborough, en Florida, por el robo sistemático de camiones de alto valor.
De acuerdo con las autoridades, los detenidos habrían provocado pérdidas multimillonarias a empresas de transporte, construcción e infraestructura durante al menos seis meses en condados floridanos como Hillsborough, Polk, Hernando, Pasco, Sarasota y Pinellas.
La Oficina del Sheriff de Hillsborough identificó a los arrestados como Rayge Sánchez, de 40 años; Christian García Díaz, de 26; y José Núñez, de 29, aunque expuso solo el rostro de los dos primeros.
Los arrestos se llevaron a cabo tras una exhaustiva investigación conducida por la Unidad de Robo de Vehículos del Departamento del Sheriff, que desentrañó el funcionamiento de una red criminal altamente organizada dedicada al robo de vehículos pesados.
En concreto, trascendió que sustrajeron numerosos camiones semirremolques y camiones volquetes valorados en seis millones de dólares, una cifra que tiene en cuenta el daño que la escasez de estos vehículos representa para las compañías.
“Estos no eran simples camiones robados”, declaró el sheriff del condado de Hillsborough, Chad Chronister, al dejar claro que los camiones robados eran piezas fundamentales en la cadena de trabajo de múltiples industrias.
“Eran herramientas fundamentales para empresas, el sustento de muchas familias y piezas clave en proyectos de infraestructura en nuestra región”, apuntó.
Estos robos provocaron que muchas compañías vieran paralizados sus proyectos, enfrentaran retrasos en obras públicas y privadas, y tuvieran que asumir los costos adicionales derivados de la pérdida repentina de sus vehículos operativos.
Cada uno de los detenidos enfrenta múltiples cargos de hurto mayor por vehículos valorados en más de 100.000 dólares, además de ser imputados por conspiración bajo la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act, en inglés), que se aplica cuando se demuestra que los delitos cometidos forman parte de una estructura criminal amplia, persistente y jerárquica.
“Gracias al trabajo incansable de nuestra unidad especializada y a la colaboración con la Oficina Estatal del Fiscal, hemos logrado desmantelar una operación criminal que estaba perjudicando directamente a quienes impulsan nuestra economía”, dijo Chronister sobre un grupo que al parecer no actuaba de manera improvisada ni solo.
La investigación, que duró aproximadamente un mes, incluyó labores de vigilancia, rastreo de vehículos, análisis de grabaciones de cámaras de seguridad y la colaboración con diversas agencias policiales.
Aunque las autoridades aún no han revelado todos los detalles del caso, se cree que los sospechosos actuaban en horarios nocturnos o en zonas poco vigiladas, y elegían vehículos de gran valor estacionados en áreas industriales o en obras en construcción.
Asimismo, se investiga si contaban con herramientas tecnológicas para desactivar sistemas de rastreo GPS o dispositivos de seguridad electrónica instalados en los camiones.
La forma coordinada en que operaban sugiere un conocimiento profundo del sector logístico, así como una red de contactos para la reventa o transporte clandestino de los vehículos sustraídos, dentro y fuera de Florida.
A pesar de los arrestos realizados, la Oficina del Sheriff ha confirmado que la investigación sigue en curso, por lo que no ha descartado la implicación de otras personas en esta estructura criminal.
