Alfredo González terminó detenido ayer, tras denuncias infundadas hechas por el Jefe de la Previa en la Unidad Militar donde su hijo pasó el servicio, y cuyos abusos incidieron en el suicidio del joven hace ya 4 años.
Alfredo González, un padre cubano en duelo desde hace ya cuatro años, fue detenido ayer tras acudir a la policía para exigir justicia por el suicidio de su hijo durante el Servicio Militar Obligatorio. El joven se quitó la vida tras sufrir presuntos abusos por parte de su superior inmediato en el 2021, un episodio que sus padres califican como resultado del hostigamiento constante.
Los hechos ocurrieron el 4 de julio de 2021, cuando Annier González, de 18 años, se suicidó con un fusil que le habían asignado durante una guardia en el Combinado del Sur, Matanzas. Según Alfredo, su hijo fue colocado “solo en la torre con un fusil… y a la hora y 35 minutos se escucha el disparo” en una muerte que fue calificada oficialmente como “violenta”, según recogió en su momento Martí Noticias.
Desde entonces, Alfredo ha emprendido una incansable lucha por esclarecer las responsabilidades. Ha denunciado que su hijo no estaba debidamente preparado para portar un arma y que fue víctima de maltrato sicológico por parte de sus superiores. Según sus declaraciones, Annier estaba aislado, sin apoyo, y sumido en una profunda desesperación.
Su lucha, más que todo, ha tenido visibilidad mediática, pues Alfredo ha estado documentando mediante las llamadas directas de Facebook, todo lo que ha estado pasando.
Ayer, sin embargo, fue un día notorio. Alfredo acudió a una instancia policial para presentar nuevas pruebas sobre los abusos sufridos por su hijo.
En lugar de obtener respuestas, fue detenido por la existencia de una denuncia presentada por un oficial del Ministerio del Interior (MININT), quien lo acusa de amenazas de muerte. La familia sostiene que esta acusación es una represalia por su activismo y que busca silenciar su exigencia de justicia.

Este caso y otros más, han desatado un fuerte debate sobre las condiciones del Servicio Militar en Cuba y el sistema de justicia. Familiares y defensores de los derechos humanos exigen una investigación independiente y la garantía de que Alfredo reciba un juicio justo, sin presiones institucionales.
La intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández, elegida recientemente para un cargo público y amiga íntima de la familia, no lo dejó solo, y anunció a través de sus redes sociales que acompañará legalmente a Alfredo. Alina, a quien el círculo cercano describe como “valiente, lúcida y decente”, pone en riesgo su salud y seguridad en defensa de esta causa humanitaria y de derecho, cuando ella misma fue acusada y hallada culpable recientemente de golpear a una oficial del MININT, mucho más joven que ella y ex judoca, pero con escasísima preparación cultural y educación, lo que sin dudas es otro invento fabricado por el régimen cubano para silenciarla.
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