El derrumbe de una casa antigua convertida en ciudadela y localizada en San Lázaro 117, colocó en alarma a los vecinos de Centro Habana la pasada tarde, aunque no llegaron a reportarse víctimas mortales. Los daños materiales, presuntamente, se localizan en dos de los apartamentos en que se encuentra dividido el local.
Una vecina de la zona se apuró en llamar a los bomberos apenas sintió el estruendo “parecido a un gran trueno”. Según la declaración de la testigo, los miembros de una de las familias residentes en el sitio del derrumbe, presenciaron el desprendimiento de “pequeñas piedras y polvo rojizo que caía del techo”, algo que les preocupó y decidieron dirigirse hacia la parte trasera del solar, donde las condiciones constructivas eran más seguras.
“Se salvaron de milagro. Estaban todos en la casa, pero se dieron cuenta que se iba a caer y corrieron hasta el fondo”, contó la vecina, quien además detalló que la zona del derrumbe se encontraba en muy malas condiciones de apuntalamiento, sobre todo por causa de los años. “Esa es una casa muy vieja, construida con vigas y lozas, y se está cayendo hace años, pero ahora ha llovido mucho y eso no es bueno para estas construcciones”, declaró la señora.
A pesar de que en la calle San Lázaro se ubican también otras edificaciones con mejores condiciones y más seguras para habitarlas, muchas de las viviendas que allí se reúnen ponen en peligro la vida de familias enteras, como las que ahora consiguieron salvarse.
Tomando en cuenta la descripción de la testigo del siniestro, el solar donde se produjo el derrumbe está compuesto por varios apartamentos, además de los dos frontales donde se ubicaron los daños. Dichas viviendas perdieron el techo, aunque conservaron la pared de la fachada y hasta un pequeño balcón, que a pesar de poseer peores condiciones no llegó a desplomarse y representa ahora un peligro potencial, consideró la vecina.
Por causa de los aun recientes sucesos acontecidos en el Hotel Saratoga, cuando una explosión por escape de gas acabó con la vida de decenas de personas, la señora relató que muchos de los pobladores estuvieron alarmados por la suerte de los damnificados y algunos, incluso, llegaron a preocuparse por un posible escape de gas a causa del derrumbe, lo cual fue descartado por las autoridades.
En La Habana apenas comienza el período de lluvias, una época del año en el que no pocos sucesos desafortunados tienen lugar con las familias cuyas viviendas poseen malas condiciones constructivas. Además de las inundaciones y penetraciones del mar que tienen lugar sobre todo en el Vedado, el área comprendida por los municipios de Centro Habana y Habana Vieja ha contado en los últimos años con numerosos derrumbes, los cuales han comprometido la vida de numerosas personas.
