Apidio Alonso Grau, Ministro de Cultura de Cuba; Rogelio Polanco, Jefe del Departamento deológico en Cuba, dos militares y la Viceministra Inés María Chapman, forman parte de la Comisión «temporal» que analizará y debatirá con cineastas – principalmente – los problemas que enfrenta el cine cubano.
Así lo divulgó ayer el Ministerio de Cultura, al dar a conocer un comunicado sobre la constitución en La Habana del Grupo de Trabajo Temporal para la atención integral al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y al cine en general.
Según manifiestan, esta iniciativa surge como respuesta a las inquietudes y proyectos presentados por los cineastas y realizadores cubanos, y añaden en el comunicado que el grupo se encargará de abordar diversas cuestiones, como las formas de pago en medio de la situación financiera del país, la existencia de una Ley de Cine y la inclusión de instituciones como la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes en el trabajo del ICAIC.
Cero mención a la censura, y a un cúmulo de arbitrariedades que tuvo como colofón la exhibición en la TV Nacional de un material sin la aprobación de su realizador ni de la productora. Un material que está en circuito y competencia en Festivales. Un material que previamente habían censurado su exposición.
Añaden en el comunicado que el Grupo prestará atención a las transformaciones jurídicas, tecnológicas y materiales necesarias para el desarrollo cinematográfico en Cuba», y describen que «se buscará establecer una comisión fílmica y relaciones legales y económicas entre la distribuidora nacional de películas y las productoras estatales independientes».
La parte risible del comunicado emitido por el Ministerio de Cultura, es cuando expresan que «el grupo cuenta con la participación de diversos organismos estatales y organizaciones culturales, y se espera que se incorporen cineastas, intelectuales y creadores para contribuir con su experiencia».
¿Qué experiencia cinematográfica puede emitir Rogelio Polanco, el Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba? ¿O Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura ¿O Inés Chapman? O peor aún, los militares de alto rango que componen el Grupo.
Según expresa el comunicado el objetivo principal es transformar el ICAIC y fortalecer el cine cubano a nivel nacional e internacional, aunque la verdadera razón de los males del ICAIC es el problema que representa la supeditación del Ministerio de Cultura al régimen de la Habana. Un ministerio que debería estar comprometido y representar a los artistas, para – como dicen – proteger y preservar el patrimonio cinematográfico cubano que ha sido creado durante más de 60 años, pero que en la concreta lo que ha hecho ha sido acatar las decisiones venidas desde el Departamento Ideológico del Comité Central, principal responsable de la Censura en la isla, y mirar hacia el otro lado cuando el MININT, la PNR y la Seguridad del Estado apabulla a los artistas, cineastas y, en contubernio con el Monopolio comunicacional de la isla, ETECSA, interviene y hackea los telefónos de estos para conocer detalles íntimos y privados de todos, a fin de tener material para, llegado el día correspondiente, exponerlo en la TV Nacional sin reparo alguno.
El comunicado no pudo menos que provocar ronchas y críticas.
Y es que es imposible establecer un diálogo de iguales para salvaguardar una industria cuando jueces, partes y verdugos, están en la mesa de negociación.
De la respuesta de la Asamblea de Cineastas cubanos dada después, se mencionó precisamente que este Grupo de Trabajo forma parte de los acuerdos establecidos en la primera reunión; pero criticaron el hecho de que en aquellos acuerdos se mencionara la censura como eje de la crítica, y en este comunicado del MINCULT se hace cero mención a este asunto tan medular, que al parecer constituye la piedra angular de las reclamaciones de los cineastas.
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