El gobierno cubano destituyó al presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Ramón Samada Suárez, según una nota divulgada por el Ministerio de Cultura. Su cargo lo pasó a ocupar Susana Molina, quien fungía como directora de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV).
La destitución ocurre tras un tenso encuentro con cineastas cubanos, presidido también por los viceministros de cultura Fernando León Jacomino y Fernando Rojas y la vicepresidenta del gobierno Ines María Chapman, a raíz de la puesta en televisión del documental La Habana de Fito, sin la autorización de su realizador Juan Pin Vilar.
Samada dirigió el ICAIC desde el 2017 y su destitución ha provocado diferentes mensajes de cineastas en sus redes sociales.
El realizador Juan Pin Vilar señaló que “una vez más, la soga se rompe por el lado más débil. Por eso aclaro, lo que es patética y causa risa por ridícula y predecible, es la sustitución de Samada, la nota escrita y el movimiento de cuadros.”
Vilar agregó que los “verdaderos cuatreros y tramposos de esta historia, los que provocaron esta situación, los manipuladores que han utilizado los medios del Estado para mentir y calumniar, Alpidio Alonso, Fernando León Jacomino y Fernando Rojas, están siendo protegidos, inexplicablemente, con esta decisión”.
En la reunión de cineastas los creadores llamaron a cesar la censura en el cine cubano y a exhibir las obras de los jóvenes cineastas prohibidas por el gobierno. Samada pidió no filmar la reunión y se enfrentó al cineasta Miguel Coyula cuando este dejaba testimonio audiovisual del encuentro.
Los mensajes a raíz del cambio en la presidencia del ICRT han ido principalmente contra la labor de la dirección del Ministerio de Cultura, a la que achachan la censura y las fallidas medidas que han lacerado a los artistas durante los últimos meses, incluido la falta de dialogo con los manifestantes del 27 de noviembre del 2020.
