Denis Solís González está en Serbia con parte de su familia. Ayer, perfiles de Facebook partidarios del gobierno cubano divulgaron fotos en el aeropuerto del rapero cuyo arresto del 9 de noviembre de 2020 desencadenó el acuartelamiento y la huelga de hambre del Movimiento San Isidro, y la posterior sentada del 27N frente al Ministerio de Cultura, de la que se derivaron movimientos como el 27N y la plataforma Archipiélago.
Hoy, Anamely Ramos confirmó su emigración. La llamó desde Serbia “cansado después de un viaje de dos días. Viajó el sábado con parte de su familia. Fue una decisión personal y familiar, impulsada por el hostigamiento al que ha estado sometido desde que fuera excarcelado el pasado julio”, detalló la historiadora del arte, que también se halla fuera de Cuba.
“Sobre las publicaciones y fotos que han estado saliendo en perfiles de la Seguridad del Estado no hay mucho que decir. Se trata de un procedimiento estándar que han estado utilizando de manera recurrente con los opositores que han salido del país en los últimos meses”, añadió Ramos, en referencia a las primeras fotos que aparecieron de activistas como Yunior García marchándose por el Aeropuerto José Martí luego se ser aislado por oficiales y partidarios estatales en su casa el 14N, día que había anunciado salir a marchar solo por La Habana. Las primeras imágenes aparecieron el perfiles como el de Humberto López, vocero periodístico del Estado.
Del país también se han marchado Omara Ruíz Urquiola, y mucho antes su hermano Ariel Ruiz Urquiola. Y Hamlet Lavastida, y Katherine Bisquet, y Camila Lobón, Tania Bruguera y El Funky. Todos nombres importantes en los últimos meses para definir y entender la nueva oposición con la que ha lidiado las autoridades cubanas.
La mayoría se han marchado luego de sufrir cárcel, de intensos y prolongados sitios en sus casas por parte de agentes de la seguridad del Estado y la policía, luego de ser privados del acceso al teléfono y a Internet con reiterados cortes de los servicios por parte de la empresa estatal ETECSA.
“La policía política nos impuso el exilio de ambos como única opción para la excarcelación de Hamlet (Lavastida)”, fueron las primeras palabras de confirmación que publicó la poeta Katherine Bisquet el 26 de septiembre pasado luego que se marchara del país junto al artista visual que fuera encarcelado durante 89 días bajo el cargo de “instigación a delinquir”.
Ambos fueron trasladados directamente por la Seguridad del Estado al aeropuerto. Ella desde la casa donde sufrió 65 días de sitio, y sin poder despedirse de su familia, él desde una “casa de protocolo en la que se encontraba aislado desde el día 20 de septiembre”, explicó entonces Bisquet, quien declaró además que el órgano oficial se encargó de hacer todos los trámites migratorios con agilidad, “prorrogando de manera inmediata nuestros pasaporte y las pruebas de PCR para poder viajar”.
Tania Bruguera, artista cubana de renombre que se ha erigido en una de las voces más críticas contra el gobierno cubano, salió de Cuba en agosto hacia Estados Unidos, donde trabaja ahora en la Universidad de Harvard, en Massachusetts.
Cuando se supo de esta oferta, Bruguera declaró a El País que “el Gobierno de Cuba, a través de agentes de la seguridad del Estado, me hablaron cuatro veces de que me fuera o perdería mi carrera”, llegando a ofrecerle “ayuda”: “Si es por problemas de dinero, no te preocupes, te facilitamos todo.”
La joven historiadora del arte Carolina Barrero, en arresto domiciliario sin cargo es presionada con frecuencia para que escoja igualmente la senda del exilio. En las breves salidas que le son permitidas, siempre acompañada por agentes para poder hacer algunas compras, le sugieren que se vaya del país. “En una ocasión me dieron 10 días para salir de la Isla”, comentó.
Según reporta también Anamely Ramos, los artistas y activistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, miembros del Movimiento San Isidro, que permanecen en prisión, la seguridad del Estado “les ha dicho que para salir de la cárcel tiene que ser con salida definitiva, y ellos se han negado”, convirtiéndose en presos de conciencia.
En 2003, durante la conocida como Primavera Negra, el gobierno aun encabezado por Fidel Castro, arrestó a 75 opositores. Entre 2010 y 2011, Raúl Castro negoció con la Iglesia Católica y el gobierno de España para liberar a muchos de estos bajo la condición de su salida inmediata de Cuba hacia la nación ibérica.
La reciente decisión del gobierno de Nicaragua de ofrecer visado libre a los cubanos que deseen viajar a la nación centroamericana, que es vía importante de acceso hacia América del Norte, apunta a una política estatal cubana de “liberación de presión” mediante la facilitación del éxodo de todo el que disienta por diversos motivos.
