Unas escenas verdaderamente dramáticas se vieron a miles de pies de altura cuando la puerta del avión ruso se abrió en el aire, y los pasajeros asustados comenzaron a proferir gritos, firmemente convencidos que la muerte les había ido no precisamente a tocar la puerta, sino a derribársela.
El avión ruso transportaba alrededor de 25 personas, incluidos seis miembros de la tripulación, cuando la puerta trasera del aparato se abrió.
Según indicó el New York Post, «la puerta trasera de un avión ruso se abrió en pleno vuelo y succionó el equipaje de los pasajeros al vacío». Uno de ellos, aunque temía seguramente por su vida decidió captar con la cámara de su teléfono celular el dramático momento.
El incidente tuvo lugar en un avión bihélice An-26 perteneciente a IrAero. La flotilla cubana de aviones de Aerocaribbean y Aerogaviota, tiene decenas de estos aparatos.
El avión ruso despegó desde la ciudad siberiana de Magan en ruta hacia Magadan en la costa del Pacífico de Rusia, cuando la puerta del avión se abrió en el aire, a una altitud de 2800-2900 metros. Había en ese momento, a esa altura, ¡menos 40 grados Celsius de temperatura!
Afortunadamente, dice New York Post, ninguno de los pasajeros resultó herido tras el incidente.
Según indican, el avión dio la vuelta, bajó a una altura suficiente para que la cabina se volviera a presurizar, y aterrizó con éxito nuevamente en Magan.
Según indica la revista Popular Mechanics, los diseños de aviones más antiguos no tenían cerraduras especializadas, sobre todo en las puertas traseras, ni planes que impidieran que se abriera una puerta trasera, incluso en situaciones de presión, debido a su ubicación en un avión sin resistencia exterior.
El video del incidente también fue compartido por Anton Gerashchenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania.
Uno de los casos más horribles de una apertura que ocurrió en pleno vuelo le sucedió a un vuelo de Aloha Airlines en 1988, cuando una pieza entera del fuselaje abrió un trozo de la parte superior del avión a 24,000 pies de altura, y el cambio instantáneo de presión absorbió a una asistente de vuelo a través del agujero.
La presión en estos casos es tal que solo quienes tienen el cinturón abrochado, o aquellos que reaccionan muy rápido y pueden asirse a algo con seguridad, son los que evitan ser succionados.
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