El popular actor cubano Alberto Pujol, que alcanzó el pico de la fama en Cuba por su interpretación del Tavo, el protagonista de la teleserie policiaca “Su propia guerra”, está celebrando este jueves su 62 cumpleaños.
«Hoy está de cumpleaños este súper papá y tengo la dicha que sea el mío”, escribió en su cuenta de Instagram Laura Pujol, hija del reconocido artista cubano que desde hace años reside en Estados Unidos.
Nacido en La Habana el 1 de septiembre de 1960, Albertico comenzó en la carrera de actuación a los 10 años, con apariciones en algunos programas infantiles de la televisión y desde entonces no se ha alejado de las cámaras.
Debutó en la gran pantalla en 1981, como parte del electo de Guardaronteras, una exitosa película de Octavio Cortázar que dio impulso a la carrera actoral de varias reconocidas figuras por entonces jóvenes como Javier González, Salvador Blanco, Maribel Rodríguez y Patricio Wood .
En lo adelante, Alberto Pujol se convertiría en uno de los artistas más populares de la isla, con aclamadas actuaciones en películas como Los pájaros tirándole a la escopeta (1984), por la que obtuvo el Premio a la mejor actuación masculina en el Festival Iberoamericano de Cine de Cartagena de Indias, en Colombia.
Su brillante actuación en Su propia guerra le hizo merecedor del Premio a la mejor actuación masculina en televisión del año 1992, otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
En esa época participó en decenas de filmes, obras de teatros, series y telenovelas, género en el que despega su carrera internacional con varios trabajos para la televisión colombiana como Café con aroma de mujer (1993), Eternamente Manuela (1995) y Francisco el matemático (1999) que le ofrece su primer protagónico en ese país y le garantiza gran popularidad entre los públicos.
Pero Pujol no sólo ha destacado en la actuación, sino que también ha sido también ha destacado como músico y compositor de bandas sonoras, sobre todo para dramatizados de televisión.
En los últimos tiempos se ha convertido también en un líder de opinión y una figura crítica respecto al sistema político y el gobierno cubano.
Entrevistado por la revista digital El Estornudo, confesó en 2020 que tomó la decisión de emigrar definitivamente el día que su hija se convirtió en pionera, “que había que ponerle la pañoleta”.
“Yo no iba a permitir que mi hija, con cinco añitos, siguiera parada al sol con un calor terrible, sudando en un acto cívico, esperando que llegaran los funcionarios del Ministerio de Educación con sus guayaberas, para decir un lema. Y para que ellos leyeran un discurso. Me di cuenta de que todo eso era mentira”, declaró el actor.
