¡Sin lugar a dudas! Si alguien sabe cómo vivir durante días sin luz y en eterno apagón somos nosotros, los cubanos
El gran apagón que dejó sin electricidad a casi toda la península ibérica el 28 de abril desató el caos en España y Portugal, con trenes detenidos, supermercados cerrados y ciudadanos en busca de velas y baterías para los radios viejos que tenían apartados en un cajón X en el desván, en alguna parte. Sin embargo, para muchos cubanos residentes en el país, la situación tuvo un aire familiar… y hasta oportunidades de negocio.
“Esto para mí es pan comío. Yo he vivido años a oscuras”, dijo entre risas a este redactor, por teléfono, ayer, Edel Martínez, un cubano residente en Madrid hace más de una década.
“Hasta puedo ser couch, sí, de los que dan clases, pues yo sí que sé cómo sobrevivir sin corriente,» afirma.
«Oye, Robe, eso aquí da dinero. El couching”, bromeó.
Durante el apagón, Edel no se anduvo con bobadas. Asegura que a alguno que otro le enseñó a conservar alimentos sin nevera y sobre todo, a no volverse loco en medio de la oscuridad.
«Había mucha gente desesperada en el edificio. Saqué una paellera, la puse en el balcón mío, que es amplio, e hice paella. ¡Y platanitos fritos! Ya luego fui casa por casa repartiendo. Muchos me agradecieron la comida calentica,» dijo vía telefónica.
También en Madrid, los actores cubanos Yadier Fernández y Claudia Álvarez hicieron lo propio desde sus redes sociales. Mostraron cómo preparaban café usando velas y bromearon sobre el “karma eléctrico” que les persigue.
“Hemos poblado España de cubanos y pasó lo que pasó”, escribieron con ironía, aludiendo a las constantes crisis del sistema eléctrico cubano.
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En Pontevedra, Betsy Remedios, finalista de Got Talent España y hoy dependienta en una tienda de congelados, también reaccionó con velocidad.
“Soy cubana, estoy acostumbrada a tener solo tres horas de luz al día. Pensé que volvía a estar en Cuba, pero aquí con comida. Allí no”, dijo. Junto a su compañera, vació el local en minutos y salvó la mercancía llevándola a un almacén con cámaras frigoríficas activas. Lo próximo en su lista: un hornillo de butano, por si acaso, reseña La Voz de Galicia.
En Barcelona, dice El País, el joven Alan Pinos no se alteró por la falta de electricidad ni por la cola para comprar velas. “Soy de Cuba, tengo experiencia en esto”, explicó con sorna, mientras empleados de un hotel cercano compraban combustible para no quedarse sin luz. A unas calles, Laia Baniandres, jefa de estudios de un colegio, escuchaba por transistor las noticias mientras entregaba a los niños a sus padres. “No estamos preparados”, admitió.
Joel y Gladys, una pareja de turistas cubanos, tampoco ocultaban la resignación mientras veían frustradas sus vacaciones. “Salimos de Cuba porque allí hay apagones diarios de seis horas y ahora en Madrid también. Parece que nos están siguiendo los apagones”, dijo Joel en la terraza de un bar cercano a la estación de Atocha, rodeado de maletas. El caos en la estación y la huelga de recogida de basura añadían un toque distópico a la jornada.
Otra cubana, que trabaja en un hotel madrileño, relató que lo primero que hizo su jefe al quedarse sin luz fue comunicarse con otras sedes para confirmar si era un problema interno. Al descubrir que el corte era nacional, salieron al mercado a comprar agua y linternas. “Estar sin corriente no me preocupa, lo que me inquieta es que aquí no es normal. En Cuba, sí. Y aún pude hablar con mi suegra allá antes de que se me fuera el Internet”, contó a El Toque.
Según Red Eléctrica de España, el corte se debió a una “oscilación fuerte” en los flujos de potencia de la red europea, que provocó una desconexión a las 12:32 horas. Hoy, se especula también que haya sido una «sobrecarga» en los sistemas de generación solares.
La comunidad cubana en España —que ya supera los 250 mil residentes— ha reaccionado al evento con memes, humor negro y mucha calma. En redes sociales, muchos han comenzado a llamar a España “bloque 6”, en alusión a los grupos de apagones organizados por territorios en la isla. Si alguien sabe cómo vivir sin luz, son ellos.
