En medio de la incertidumbre y la crisis, donde quiera que estén, los cubanos celebran a la Virgen de la Caridad del Cobre en su día.
Cuba y todos los cubanos, sin importar en dónde vivan, celebran este miércoles el día de la Virgen de la Caridad del Cobre, Santa Patrona de la isla, a la que piden por la salud de sus seres queridos.
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No se puede escribir la historia nacional sin mencionarla, unida como está a la identidad cubana, a sus manifestaciones culturales como el arte y la literatura, y a sus luchas por la libertad, como símbolo de la nación.
Cuenta la historia que hace ya 409 años, allá por 1612, que la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre fue encontrada por personas humildes mientras flotaba en el agua.
«De acuerdo con lo recogido por la tradición religiosa, entre 1612 y 1613 dos hermanos indios y un negrito de nueve o diez años fueron a buscar sal en la Bahía de Nipe. Nombrábanse Juan de Hoyos, Rodrigo de Hoyos y Juan Moreno, y son conocidos tradicionalmente como ‘los tres Juanes’», recuerda un artículo del oficialista diario Granma.
«El último de ellos contó en 1687, ya octogenario, cómo ellos salieron de Cayo Francés, embarcados en una canoa para ir a la salina. En el trayecto apreciaron ‘una cosa blanca sobre la espuma del agua’, la cual no distinguían muy bien. Una vez ganaron en proximidad, vieron la imagen de la Virgen María con el niño Jesús en brazos sobre una tablita, en la que estaba escrito: ‘Yo soy la Virgen de la Caridad’», añade.
Desde entonces, la Caridad del Cobre ha sido venerada por creyentes y no creyentes. No por gusto los veteranos de las guerras de independencia contra España pidieron al Papa que la declarase Patrona de Cuba, algo que este concedió en 1916, cuando su festividad fue fijada el 8 de septiembre.
«Se dice que Carlos Manuel de Céspedes necesitó un pedazo de tela azul para la bandera cubana y la tomó del dosel de la Virgen que estaba en su casa. Antonio Maceo, al ser bautizado, recibió como uno de sus nombres el de Nuestra Señora de la Caridad. Todas ellas son poderosas metáforas, que explican cómo la virgen sería después Patrona de Cuba», recuerda en una publicación de Facebook Julio César Guanche.
Ese vínculo indisoluble con la Caridad del Cobre, que no se rompe con la migración ni la distancia, es el que lleva a millones de hijos de la isla a pedirle siempre por el bienestar y la prosperidad de la nación y sus hijos, sobre todo en estos tiempos difíciles.
«En este momento de dolor, incertidumbre y desconcierto ante la pandemia; en la debacle de una nación abrumada entre las carencias cotidianas, la estampida de sus hijos y la insensatez política; en el trance mayor de su sobrevivencia; en el clamor de un futuro posible: Virgen Mambisa, madre de todos los cubanos, te imploramos por una oportunidad de sosiego y redención nacional. Necesitamos recuperar el imán de la nación. La sabiduría y el rumbo. Confiamos en tu benevolencia y tu infinita pasión por tus hijos. Estamos en Cuba, en Miami y en todas partes. Pero siempre estás con nosotros. En esta hora crucial, concédenos la virtud de un nuevo amanecer y la ilusión del hogar perpetuo», ruega el colega Wilfredo Cancio.
En estos tiempos de incertidumbre, más que nunca, los cubanos en cualquier lugar del mundo le piden por sus vidas a la Caridad del Cobre.
