Lester Rodríguez, un cubano residente en Miami de apenas 37 años de edad, no llegó muy lejos con el auto en el cual andaba luego de que la policía lo persiguiese.
Y es que su fuga comenzó en alerta, porque cuando un oficial de la policía lo vio en una gasolinera echándole combustible a un un lujoso jaguar cuatro puertas que puede costar hasta 42 mil dólares, se dio cuenta que algo extraño debería estar sucediendo.
Y es que el oficial conocía a Lester, y por lógicas de la vida no se suponía que pudiese conducir tan lujoso auto.
Fue así que, el oficial, a bordo de su auto patrullero hizo lo correcto. Se posicionó detrás del auto y le dijo a Lester que se alejara del vehículo y comenzase a caminar lentamente hacia él. El cubano, que tiene todo un prontuario y por eso lo conocen hasta los gatos del Miami Police Department, a sabiendas que al agente le bastarían segundos averiguar que el Jaguar era robado, le dijo al oficial que estaba equivocado y se montó a toda prisa en el auto. Y se dio a la fuga.
Sin embargo, el agente no solo tenía su patrullero encendido, sino que estaba a bordo de un vehículo preparado para persecuciones. Sin mucho alarde y aspavientos le cayó detrás y fue cuestión de tiempo capturar al joven, que es bien conocido por las autoridades por estar involucrado varios robos de vehículos.
Posteriormente a esto, la búsqueda en la base de datos del VIN del Jaguar, reveló que el vehículo había sido robado el 23 de julio de este año fuera del condado Miami Dade. El cubano fue finalmente arrestado y llevado a la cárcel del condado Miami Dade, cárcel desde la cual, «gracias» a la benévola justicia americana, salió muy pronto bajo fianza, para volver a comer fechorías de las que a él tanto le gustan le gustan: el robo de autos.
América Tevé dijo haber tenido acceso a los documentos públicos relacionados con Lester Rodríguez, y comentaron que este cubano tiene un largo historial criminal y advirtieron el detalle de que a pesar de su extenso curriculum, el cubano ya no aparecía en el registro de la cárcel del condado Miami Dade, y presuntamente fue «un paseo» lo que tuvo por la cárcel.
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