Sabemos que las elecciones en Cuba parecen una opereta -algunos incluso las consideran un circo- pero a veces la línea entre el “performance” y el ridículo es tan delgada, que se difumina por completo: una joven de Ciego de Ávila acudió a votar el domingo vestida de novia, como si le agarrar el trance camino al Palacio de los Matrimonios…
«Esta novia se robaba la atención en el colegio electoral No.1, de la Circunscripción 5, del Consejo Popular Centro Ciudad de Ciego de Ávila, cuando vestida de traje y ramo en mano llegaba para ejercer su derecho al voto», relató el periódico provincial Invasor, en quizás el episodio más sui generis de los recientes comicios legislativos.
Sin el novio a la vista -quizás la esperaba para el casorio- la regia novia se presentó en el colegio electoral toda peinada y maquillada, con un vestido strapless con motivos florales bordados, y un “bouquet” de rosas amarillas, firmó ante la asiática mirada de un Raúl Castro colgado en la pared, y depositó la boleta en la urna.
¿De qué iba la novia? ¿Fue un gesto simbólico o de veras iba a casarse? ¿O se trató de un show para mostrar lo original y comprometido que están los cubanos con la democracia? Como sea, al menos se presentó a ejercer su derecho al voto, lo cual no puede decirse del 70 por ciento del padrón, que no pudo, no quiso o no le interesó participar.
Las cifras preliminares de las elecciones a diputados de la Asamblea Nacional indican que casi tres millones de cubanos no ejercieron el voto, aunque el nivel de participación fue mayor que en los comicios previos.
La presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro, precisó que cinco millones 711.397 cubanos ejercieron su derecho al voto hasta el cierre de los colegios electorales, a las 19:00 horas del domingo, una hora más tarde de los previsto. El padrón registrado era de ocho millones 120.072 electores.
La funcionaria celebró como un logro la participación superior a los procesos electorales previos, ambos el pasado año. En comparación con el Referendo del Código de las Familias, en estas elecciones participó un 1,71 por ciento más, y respecto a las elecciones de los delegados de circunscripción un 6,49 por ciento.
Sin embargo, la abstención en estas elecciones parlamentarias fue un 8,23 por ciento mayor que en las anteriores, celebradas en 2018.
Balseiro explicó en comparecencia televisada que, una vez terminado el escrutinio público, se inició el proceso de cómputo, validación y comprobación de los votos. Por lo pronto, todo indica que los 470 candidatos a diputados que “competían” por los 470 escaños de la Asamblea tendrán su curul garantizado en la próxima legislatura.
