En 2021, Cuba alcanzó las más bajas cifras de nacimientos y las más altas de defunciones de los últimos 60 años, según refirió el Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad de La Habana (UH), que también señaló el aumento de las tasas de envejecimiento por cuarto año consecutivo, y la disminución de la población de 159 de los 168 municipios cubanos, para un descenso general de la población en todo el país.
En un “voluminoso” reporte, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), y que no se ha hecho público en su totalidad, la entidad académica pronostica que entre 2011 y 2025 “la población cubana disminuirá en valores absolutos en algo más de 203 mil 111 personas, cerca del 26 por ciento de ellas tendrá 60 años y más, con un elevado crecimiento absoluto de la de 80 años y más”.
Para el venidero año 2030, a menos de una década de distancia, se prevé que habitarán en Cuba unos 3,3 millones de personas mayores de 60 años “con un impacto directo en la familia y en los recursos laborales, entre otros.”
Los datos revelados por la ACN establecen que el pasado año tuvieron lugar 99 096 nacimientos contra 167 645 decesos, que se equiparan con las cifras registradas en la isla a inicios de la Revolución liderada por Fidel Castro, cuya principal causa, acorde el CED, sería la pandemia de la Covid-19.
En los dos últimos años, el informe señala que hubo un “significativo aumento del número de defunciones generales” a causa de la enfermedad, a la par de una “contracción de la cantidad de nacimientos”, según las fuentes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de la República de Cuba consultadas por el CED.
“También influyó la contracción temporal de los emigrantes externos, que comenzó a recuperarse en 2022, aunque hubo un decrecimiento y envejecimiento de la población por cuarto año consecutivo, con 68 mil 380 efectivos en 2021 en comparación con 2020”, refiere la ACN a partir del reporte que no se ha hecho público en su totalidad.
Respecto a la fecundidad adolescente, el informe observa “una mayor desarticulación, resistencia al descenso, reducción lenta con aumento de su peso” y se ve acrecentada “la heterogeneidad por zonas y municipios”, mientras que su tasa parece haber descendido apenas en un 1,61 % durante los años de pandemia. Las interrupciones decrecieron en un más significativo 15,73 %.
