Corría el año 1994, y una película estaba en boca de todos los cubanos: Fresa y Chocolate, una de las obras cumbre del binomio conformado por Tomás Gutiérrez Alea (Titón) y Juan Carlos Tabío, que tanto aportó al cine cubano.
El filme marcó un hito en la historia del cine por múltiples razones. Fue una de las primeras producciones en abordar de manera explícita la temática LGBTIQ+ en el cine hispanoamericano y, además, se convirtió en la primera película en representación de Cuba en ser nominada al premio Óscar.
Basada en el cuento El lobo, el bosque y el hombre nuevo de Senel Paz, quien también se encargó del guion, la película fue protagonizada magistralmente por Jorge Perugorría (Diego, un joven artista culto, homosexual, individualista y escéptico) y Vladimir Cruz (David, un comunista convencido, lleno de prejuicios e ideas doctrinarias).
Con la nominación a Mejor Película Extranjera, era de esperarse que los principales artífices y protagonistas de la cinta participaran en los eventos que rodeaban la ceremonia de los Óscar, la mayor fiesta del cine mundial.
Fue así como los actores cubanos Jorge Perugorría y Mirtha Ibarra (esposa de Titón e que da vida en el filme a Nancy, la íntima amiga y vecina de Diego) se encontraron en una fiesta de nominados en Los Ángeles, donde coincidieron con la cantante estadounidense Madonna.
Recientemente, la cuenta de Instagram Cubaactores compartió una instantánea de aquel momento, y el propio Perugorría comentó sobre el preciso instante en que fueron retratados junto a la Reina del Pop, quien entonces se encontraba en uno de los puntos más altos de su carrera.

Aunque ese año la película no se alzó con la codiciada estatuilla dorada, su recorrido en el circuito de premios internacionales no se detuvo. En 1995, Fresa y Chocolate ganó el Premio Goya al Mejor Largometraje Extranjero de Habla Hispana, consolidando su lugar como una obra extremadamente necesaria en tiempos donde el tema era completamente tabú.