Cada televidente tendrá su propia lista, pero entre las novelas más populares de Cuba hay que mencionar tres títulos que marcaron a la audiencia en la isla.
En primer lugar destacamos Sol de Batey, una producción de 1985 que con 70 capítulos hizo historia en la televisión cubana por sus altos niveles de audiencia y por el desempeño de sus actores.
El elenco era de lujo en este dramatizado que fue toda una escuela de actuación. Entre los actores y actrices involucrados en la novela estuvieron Susana Pérez, Armando Tomey, Verónica Lynn, Ramoncito Veloz, Luisa María Jiménez. Todo un reparto en el que sin duda aparecen varias de las principales figuras de la actuación en la isla.
De la novela, bajo la dirección del multipremiado Roberto Garriga, los televidentes podrán recordar muchas escenas o parlamentos, pero hay uno que se quedó grabado para siempre en la memoria. No es otro que aquella frase de “Oh, Charito, oh!”, que decía Tomey en el personaje de Antonio Fresneda a Susana Perez, en la piel de Rosario, ( la niña Charito).
Basada en la radionovela Medialuna de la escritora Dora Alonso y estrenada en 1997, Tierra Brava fue otro hito en la televisión cubana. Dirigida por Xiomara Blanco, alcanzó niveles de teleaudiencia tan elevados que reportes de la época indicaron que sobrepasó a La próxima víctima, la novela brasileña con que alternaba en las pantallas cubanas.
El reparto actoral también era de lujo. Enrique Molina, Rogelio Blaín, Jacqueline Arenal, Jorge Alí, René de la Cruz, Alina Rodríguez, Rolando Núñez, Fernando Echeverría participaban en esta trama que ha llevado a que muchos consideren Tierra Brava como una de las mejores telenovelas cubanas de todos los tiempos.
Pasión y prejuicio, dirigida por Eduardo Macías, Paco Anca y Julio Antonio Martínez, también es una obra mayor dentro de las producciones de telenovelas en Cuba. Estrenada en 1992, contó con actores y actrices de la talla de Cesar Évora, Verónica Lynn, Rolando Brito, Isabel Santos, Irela Bravo, Rini Cruz, Obelia Blanco y Nancy González.
Se enmarca en 1915 y sobresalió especialmente por su guión y dirección de actores, lo que le valió al dramatizado numerosos premios. Pero lo más importante es que sigue estando en la preferencia del público.
Varias de estas grandes figuras de la actuación en Cuba han emigrado o fallecido, pero su trabajo es la memoria viva de una de las grandes épocas para las telenovelas en la isla.
