La compañía OceanGate Expeditions confirmó este jueves la muerte de los tripulantes y pasajeros de la cápsula Titán, desaparecida desde el domingo durante una inmersión en el área del naufragio del Titanic a casi 3800 metros de profundidad en el océano Atlántico.
“Lamentablemente creemos que hemos perdido a nuestro CEO, Stockton Rush, a Shahzada Dawood y a su hijo Suleman Dawood, a Hamish Harding y a Paul-Henri Nargeolet”, señaló la empresa en un comunicado.
Citada por medios internacionales, la empresa privada señaló que “estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un espíritu distintivo de aventura y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo. Nuestros corazones están con estas cinco almas y cada miembro de sus familias durante este trágico momento. Lamentamos la pérdida de vidas y la alegría que trajeron a todos los que conocían”.
El comunicado de OceanGate se produjo horas después de que la Guardia Costera de Estados Unidos anunciara que un robot a control remoto utilizado en la búsqueda del sumergible encontró varios restos cerca del naufragio del Titanic.
“Un ROV ha descubierto un campo de escombros dentro del área de búsqueda cerca del Titanic. Los expertos del comando unificado están evaluando la información”, precisó la Guardia Costera estadounidense en Twitter.
Más tarde trascendió que el hallazgo corresponde al marco de aterrizaje y de la cubierta trasera de la nave operada por la empresa privada OceanGate Expeditions.
El experto rescatista y amigo de los tripulantes a bordo del sumergible Titán, David Mearns, consideró que si los restos encontrados están en mal estado significaría que algo “realmente malo” ocurrió a la estructura de la cápsula.
«Insisto, según las noticias que tenemos, todavía no han encontrado el casco en el que están los hombres dentro», declaró Mearns a Sky News, y añadió que un incidente de esa índole debe ser tomado como un llamado de atención sobre la importancia de la seguridad en ese tipo de expediciones.
Varios especialistas temen que las altas presiones en las profundidades del océano hayan provocado la implosión del sumergible y la muerte instantánea de sus pasajeros.
