A María Victoria Gil le tomó por sorpresa en Cuba el anuncio del posible enjuiciamiento de su hermano, el ex ministro Alejandro Gil por hechos de corrupción.
La presentadora, conocida por su trabajo durante casi 30 años en De la gran escena, había viajado a La Habana en días recientes y lo hizo tras calificar al gobierno cubano como una dictadura, cuando mostró su inconformidad con la destitución de su hermano. Llegó a decir además que si la querían detener durante su viaje “que me detengan”.
Para ella a su hermano lo sacaron del cargo por “intentar salvar lo insalvable”.
«Mi hermano lo único que ha hecho ha sido trabajar sin descanso, intentar salvar lo insalvable, adoptar medidas que en la práctica son insuficientes porque el problema es político. Mientras intenten mantener ese sistema todo será pura utopía»., señaló recientemente en un post en Facebook.
En 2022 fue más allá al recordar en una entrevista la vida de lujos que llevaba su hermano, cuando era gerente de de la empresa mixta de seguros marítimos Cauda, con negocios en Cuba, Inglaterra y Rusia.
«Tenía Internet cuando no lo tenía nadie, manejaba un Mercedes Benz y era socio del club más caro de Miramar, cuya membresía le costaba 100 dólares al mes. Dejó todo eso», dijo en una entrevista con el youtuber “El mundo de Darwin”.
«En uno de los viajes a Cuba lo hicieron héroe del trabajo, le cantaron el himno, le pusieron las medallas, la cabeza al pobre se la marearon, y lo dejaron en Cuba y lo metieron a viceministro de Fianzas y Precios, y ahí perdió… Mi familia lo quería matar», añadió.
María Victoria Gil ha confirmado que mantiene contactos frecuentes con su hermano. Su viaje a Cuba en este momento evidencia que Gil no imaginaba la nube negra que le venía encima tras su despido del gobierno. Quizá pensó que todo quedaría en calma tras los mensajes afectuosos, casi de hermandad, que le dedicó Díaz Canel a su salida. Casi como un apretón de manos virtual. Pocos días después el propio Canel firmó la nota oficial que involucra a su ex Ministro de Economía y Planificación, en los hechos de corrupción.
Ahora ambos, en una rara coincidencia, están en medio de una tormenta perfecta. Gil, de quien se especula está detenido y su hermana, quien posiblemente haya puesto en pausa los proyectos musicales que venía a desarrollar en la isla. El objetivo de su regreso a La Habana era la grabación de un documental sobre el reggae en Cuba, protagonizado por el músico de reggae Ras Cocoman, de verdadero Luis Alberto Figueras Valdés.
La presentadora, quien radica en Tenerife y tiene la ciudadanía española, no ha hecho comentarios sobre las acusaciones de corrupción que penden sobre el ex ministro ni sobre su estancia en Cuba.
No obstante, numerosos usuarios especulan en redes sobre la suerte que pueda correr en la isla la presentadora, muy ligada al negocio del arte y una acérrima crítica al gobierno de Díaz Canel, un sistema, dijo, “autoritario, dictatorial, obsoleto y fracasado”, .
Por lo pronto se ha convertido sin quererlo en una espectadora de primera fila de uno de los hechos de corrupción más sonados en Cuba durante los últimos diez años y, para peor fortuna, lleva su apellido.
