La influencer cubana Claudia Artiles, de apenas 23 años, ha conquistado el corazón de más de medio millón de seguidores en Instagram gracias a su carisma, su autenticidad y, sobre todo, su conmovedora historia como madre de un niño con síndrome de Down.
Desde hace varios años, Claudia ha compartido abiertamente los momentos dulces y los desafíos de criar a su hijo Marlon, convirtiéndose en un ejemplo de amor incondicional para padres de todo el mundo.
Sin embargo, en el universo de las redes sociales, donde la admiración convive peligrosamente con la crueldad, no todo ha sido aplausos. Recientemente, Claudia se vio obligada a enfrentar uno de los ataques más dolorosos que ha recibido hasta ahora: una usuaria insinuó que las mujeres deberían abortar a bebés con la condición de su pequeño.
Lejos de ignorar el comentario, como suele hacer con las críticas, Claudia decidió alzar la voz. En un video que publicó en su cuenta de Instagram, la joven villaclareña dejó claro que hay límites que no está dispuesta a tolerar, especialmente cuando se trata de su hijo.
“Lo siento mucho por los seguidores que aman a Marlon y nos aprecian, pero con respecto a esto no me voy a quedar callada”, escribió junto al video. En él, con la voz firme y la mirada encendida de amor y coraje, Claudia se dirigió directamente a la autora del comentario: “¿Por qué tu mamá no te abortó a ti, un ser inhumano que piensa así? Mira a mi hijo, qué cosa más bella. ¿Por qué iba yo a ocultarlo?”.
La influencer, actual pareja sentimental del youtuber cubano Ultrack, aseguró que está acostumbrada a recibir críticas sobre su vida personal o su relación, pero cuando se trata de su hijo, la historia es otra. “Yo aguanto todas porque lo que digan de mí no me importa, yo soy feliz y sé quién soy, pero cuando se refieren a mi hijo, no me quedo callada”, sentenció.
En su contundente respuesta, Claudia no dudó en calificar de “podrido y negro” el corazón de la persona que se atrevió a lanzar semejante ataque. “Personas como tú no deberían nacer”, concluyó, pidiendo a Dios que la perdonara por sus palabras, pero reafirmando su dolor ante el comentario tan deshumanizante.
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Afortunadamente, no estuvo sola. Sus fieles seguidores no tardaron en rodearla de amor y solidaridad. Los mensajes de apoyo inundaron su publicación: “Tu bebé es hermoso, mi amor, no hagas caso a esos comentarios”; “Marlon es una bendición y es un niño hermoso”; “Cómo pueden existir personas tan vacías y con tan malos sentimientos”; “Ese bebé es un angelito de Dios”, se podía leer entre cientos de mensajes llenos de ternura.
El caso de Claudia Artiles expone una realidad dolorosa: el capacitismo y la discriminación aún persisten, incluso en espacios donde deberíamos encontrar empatía. Pero también resalta algo más poderoso: el amor de una madre capaz de plantarse frente al odio sin temor, y de mostrar al mundo que la verdadera belleza no se mide en estándares físicos ni en diagnósticos médicos, sino en la capacidad infinita de amar.
