Las autoridades de Miami-Dade han arrestado a tres cubanos por su presunta participación en el desmantelamiento de vehículos robados en la región. Los detenidos han sido identificados como Brayan Baena Castañera (20 años), Yohan Cocho Rodríguez (30 años) y Didier García Rodríguez (43 años). Otros dos cubanos fueron arrestados por el robo de catalíticos (catalizadores) de autos.
La investigación citada por Hecho en California, revela que estos individuos operaban una red de robo y desmantelamiento de vehículos que abarcaba desde el extremo norte hasta el extremo sur de Miami-Dade. El caso se originó cuando los detectives ejecutaron una orden de allanamiento en una vivienda de la cuadra 22000 de la 194 Avenida Suroeste en Redland en agosto pasado. En la propiedad, se descubrieron vehículos robados, un dispositivo inalámbrico de interferencia de señal GPS, un montacargas y herramientas de corte, así como números de identificación de vehículos fraudulentos.
Darian Rubiera Lima, el cuarto sospechoso, fue detenido previamente pero luego liberado. Actualmente, se encuentra prófugo de la justicia.
En una segunda operación de allanamiento el 11 de agosto, en la cuadra 3800 de Northwest 172nd Terrace, se incautaron más pruebas, incluyendo una placa robada, numerosas llaves y llaveros, así como múltiples componentes de vehículos, incluyendo carrocerías, chasis, piezas de suspensión y parabrisas.
Los tres cubanos enfrentan múltiples cargos por delitos graves, incluido el cargo de operar un taller de desguace y hurto mayor en tercer grado. Baena Castañera, Cocho Rodríguez y García Rodríguez han sido trasladados al Centro Correccional Turner Guilford Knight.
Además de este caso, se reportó la detención de otros dos cubanos residentes de Hialeah por el presunto robo de convertidores catalíticos en Miami.
Dos cubanos, identificados como Diego Rodríguez (34 años) y Gabriel Gil (54 años), fueron arrestados en Hialeah por su presunta participación en robos de convertidores catalíticos. Durante el arresto, se encontraron convertidores catalíticos ocultos en su vehículo, junto con herramientas para cortar estos dispositivos. Además, se incautó una cantidad significativa de cocaína y se descubrieron mensajes de texto que sugerían la venta de estas piezas.
Las investigaciones están en curso para determinar si Rodríguez y Gil están relacionados con otros robos similares en la zona.
Si son hallados culpables, los sospechosos podrían enfrentar hasta 60 días de prisión si se considera que el valor de lo robado es inferior a $100. Si el valor supera los $3,000, se considera un delito grave de segundo grado, con penas de hasta 15 años de prisión y multas significativas.
Les queda, además, el cargo por la posesión de cocaína. En este caso, las condenas varían según las circunstancias específicas del caso, incluyendo el tipo y la cantidad de sustancia incautada, así como el historial delictivo de los acusados.
El robo de convertidores catalíticos ha devenido en un delito común en el sur de Florida debido al alto valor de los materiales utilizados en su fabricación, como el rodio y el platino.
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