La DEA, el LAPD y otras agencias federales han coordinado esfuerzos para asegurar que se haga justicia por la trágica muerte de Matthew Perry.
Cinco personas han sido acusadas en relación con la muerte del actor Matthew Perry, fallecido en octubre de 2023 por una sobredosis de ketamina. Entre los acusados se encuentran dos médicos: Salvador Plasencia y Mark Chavez, además de una presunta traficante conocida como Jasveen Sangha, apodada «La Reina de la Ketamina».
El caso, que ha conmocionado a la comunidad de Hollywood, revela un sombrío panorama de tráfico de drogas, donde Perry, conocido por su papel en «Friends», se convirtió en víctima de un sistema de explotación de su vulnerabilidad por parte de quienes debían velar por su salud. Perry, con una larga historia de adicciones, estaba bajo el cuidado de su asistente personal, Kenneth Iwamasa, quien también ha sido acusado de suministrarle la ketamina.
Los documentos judiciales revelan que Plasencia y Chavez, quienes operaban clínicas de ketamina, facilitaron el acceso a la droga mediante recetas fraudulentas y la venta ilegal de viales de ketamina. Plasencia, en particular, es acusado de haber administrado inyecciones de ketamina a Perry sin la debida supervisión médica, lo que incluyó aplicaciones en situaciones tan inapropiadas como dentro de un vehículo.
Iwamasa, el asistente de Perry, confesó haber realizado múltiples inyecciones de ketamina a Perry, incluso el día de su muerte. Los fiscales alegan que Plasencia estaba al tanto del deterioro en la condición de Perry, pero continuó proporcionando la droga, motivado por el lucro.
Jasveen Sangha, una conocida traficante en el área de Los Ángeles, suministraba ketamina y otras drogas desde su residencia, apodada la «casa de la droga», desde al menos 2019. Sangha también enfrenta cargos adicionales por su participación en otras muertes relacionadas con la distribución de ketamina.
El Departamento de Justicia ha enfatizado la gravedad de estos cargos, subrayando que los acusados actuaron con desprecio por la vida de Perry, priorizando sus ganancias sobre su bienestar. Este caso resalta la creciente preocupación por la implicación de profesionales médicos en la crisis de abuso de drogas, que ha cobrado muchas vidas en Estados Unidos.
El juicio promete ser un hito en la lucha contra el tráfico de drogas y el abuso de poder por parte de profesionales de la salud. La DEA, el LAPD y otras agencias federales han coordinado esfuerzos para asegurar que se haga justicia por la trágica muerte de Matthew Perry.
Los acusados enfrentarán largas penas de prisión si son hallados culpables de los cargos que se les imputan, incluidos distribución ilegal de ketamina y conspiración para causar la muerte de Perry.
