La autopsia reveló que la cantidad de ketamina en el cuerpo del act era suficiente para ser utilizada como anestesia general, lo que subraya la gravedad de la negligencia médica en este caso.
Los acusados enfrentan largas penas de prisión si son hallados culpables de los cargos que se les imputan, incluidos distribución ilegal de ketamina y conspiración para causar la muerte de Perry.
La muerte de Matthew Perry ha desencadenado una investigación conjunta por parte del LAPD y la DEA para determinar cómo se produjo la sobredosis de ketamina. La seguridad de los pacientes y la prevención de abuso de sustancias son temas cruciales en esta investigación.