Tras las escenas de represión y violencia que vive Cuba, Cimafunk suspende sus conciertos en París
Cuba duele a los nacidos en la isla de alma noble, cercano a la gente, sin poses: Cimafunk acaba de anunciar en su perfil de Instagram que cancela sus conciertos en París, Francia.
Dice Cimafunk: «Los conciertos en París están cancelados. Gracias a todos los fans. Cuba necesita todo el apoyo que pueda conseguir, la gente está en las calles y hay que escucharla #noviolencia».
Los conciertos de Cimafunk en París estaban programados -según el calendario de la web oficial del artista- para martes 13, miércoles 14, sábado 17, jueves 22, y sábados 24 y 31 de julio.
Desde que el pasado domingo estallaron las protestas pacíficas en la isla, Cimafunk comenzó a lanzar en sus redes mensajes que clamaban por la no violencia y porque no ocurrieran enfrentamientos entre cubanos, pensaran lo que pensaran.
Cimafunk cancela ahora sus conciertos en París, mientras el castrismo sigue procurando silenciar su verdadera naturaleza criminal. La prensa oficialista los secunda. Los corresponsales extranjeros parecen domesticados por la tiranía, los pocos reportes son muy vagos e imprecisos.
Fuera de la isla los cubanos hacen lo que pueden para visibilizar la tragedia absoluta que vive el pueblo de la isla. En los consulados se suceden manifestaciones en las que se levantan voces diáfanas y solidarias. También estos ecos son ignorados por el Ministerio de Relaciones Exteriores. A Bruno Rodríguez Parrilla y a toda su claque le importan únicamente los emigrados cubanos que les vitorean. Esos que al parecer ni sienten ni padecen cuando los golpes caen sobre un ser humano que solo piensa diferente y se cansó de la llamada Revolución. 62 años han sido más que suficientes.
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