Sin dudas, durante años, Carlos Fernández de Cossío ha acumulado méritos más que suficientes para ser considerado uno de los grandes mentirosos en la historia de la diplomacia cubana.
En honor a la verdad, pudiera decirse que ha sido el «Entrenador en Jefe» del canciller Bruno Rodríguez Parrilla, y de eso hizo gala, desde La Habana, en entrevista con la cadena CNN.
Cuban official @CarlosFdeCossio says that yes, there have been detentions in Cuba, but accusations of disappearances are “part of a very strong, very intense campaign of misinformation… Everything has been done according to the law.” pic.twitter.com/5yNRyBPAo1
— Christiane Amanpour (@camanpour) July 28, 2021
Proveniente de una de las familias de élite dentro de la cúpula gubernamental cubana, Fernández de Cossío dijo -entre otras muchas cosas y mentirillas- que «ha habido detenciones en Cuba, pero las acusaciones de desapariciones son «parte de una campaña de desinformación muy fuerte, muy intensa…»
Fiel a la metatranca del discurso aprendido y heredado por los comunistas cubanos, Carlos Fernández de Cossío no perdió tiempo en lanzar las ilógicas comparaciones de siempre con sucesos acontecidos en otras latitudes, en otros países y otros contextos diferentes, aunque la pregunta que le hizo la periodista era bien específica.
Este tipo de táctica «ilusionista», aprendida del Disgregante en Jefe, Fidel Castro -que comenzaba a hablar de una cosa y terminaba en otra, especialmente notorio fue su discurso el día que se cayó al suelo, en Santa Clara, cuando ante estudiantes de las escuelas de arte estuvo casi una hora hablando de almohadillas sanitarias (íntimas) y del aroma de los jabones de baño- es muy similar a la que empleó en días pasados Bruno «Pinocho» Rodríguez, quien al preguntársele sobre las imágenes de las fuerzas policiales arremetiendo contra manifestantes el 11 de julio contestó que él había visto «escenas peores en Europa», y ante otra pregunta similar de la periodista de EFE, Lorena Cantó, manifestó que colegas de ella también habían sido reprimidos en otros países.
Carlos Fernández de Cossío no podía ser menos, y otra vez siguiendo el manual «para eludir acusaciones» legado por Fidel Castro, continuó con su verborrea.
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El funcionario dijo que todas esas declaraciones de familiares acerca del desconocimiento durante horas y días del paradero de sus seres queridos, «no son verdad».
Fernández de Cossío agregó que «es mentira» todo lo que se dice; le «sugirió» a la CNN «no escuchar esas cosas que se dicen» y aseveró que en todos esos casos de personas detenidas, la familia ha estado al tanto, «han estado cerca» y «todo se ha hecho conforme a la ley”.
Así expresó sin cuota de vergüenza este otro Pinocho de la dictadura cubana. Niega decenas de testimonios de detenidos y sus familiares, sin mostrar pruebas, sin someterse a otro escutrinio y por supuesto, sin tener el más mínimo valor de sugerir siquiera un careo con esos familiares que tienen pruebas más que suficientes de que él, Fernández de Cossío, es un soberano mentiroso.
CNN, por supuesto, tenía de la mano el testimonio de su corresponsal en La Habana, Patrick Oppman, quien entrevistó y escuchó a varias personas hablar sobre un hecho que, ya todo el mundo conoce es verdad, y que solo estos «diplomáticos» -la mayoría de ellos han vivido junto a papá y mamá fuera de Cuba durante muchos años- aseguran es mentira, sin siquiera atreverse a desmentirlo verdaderamente.
Todo forma parte de la táctica de eludir lo que se les viene encima, y para eso culpan a cualquiera y a cualquier cosa. A veces -recuerden a Raúl Castro- a un audífono que no se oye.
