«Capo del Desierto» pide dinero por liberar a cubanos

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Aparentemente se trata de una estafa pero, muchos familiares de balseros cubanos desaparecidos han recibido varias llamadas de un número telefónico, en el que se escucha a un sujeto decirles que él tiene a sus familiares retenidos y les pide hasta $10 mil dólares por liberarlos. El sujeto se hace llamar el «Capo del Desierto».

Según la reportera de Univisión23 Miami, Jany Gonzalez, este hombre más que nada ha provocado pavor entre los familiares de los balseros desaparecidos.

Una mujer identificada como María del Carmen, quien es familiar de uno de esos balseros dice que el sujeto le dijo a ella, que «si nosotros o mi familiar de los Estados Unidos no le mandabamos 3 mil o 4 mil americanos alante, si no le mandabamos ese dinero, ellos se lo iban a echar a los tiburones, para que los tiburones se los comieran».

Según la historia, este «Capo del Desierto» había recogido a unos 25 balseros en las costas de Galveston, en Texas. Dijo que cuando los encontró, estaban deshidratados y necesitaban atención médica.

Al menos eso fue lo que le dijo a María del Carmen, pero a otros familiares les dijo que un barco de pescadores los había rescatado en el mar.

El Capo del Desierto, como se hace llamar el presunto estafador, es presuntamente mexicano. Aunque su número telefónico indica que está en Arizona, él asegura que vive en Texas; y que es en Texas donde tiene secuestrados a los cubanos.

Este hombre habría obtenido los números de teléfonos de los familiares de los cubanos desaparecidos, a través de las redes sociales. Específicamente en grupos creados en Facebook y en Whatsapp, donde los familiares de los desaparecidos dejan sus contactos, a fin de ser avisados si se tienen noticias de sus seres queridos.

Sin embargo, todo se trata de una estafa. Una estafa que lucra con el dolor humano; con la separación de las familias cubanas; con la angustia de familias cubanas en los EE.UU.

Pero, el engaño se basa también en amenazas, porque presuntamente, si los familiares no acceden a sus reclamos, él le dará muerte a los retenidos.

«Yo soy mexicano, yo por eso los trato de ayudar. Usted dígame, yo necesito que me digan si los van a apoyar con el recurso económico que necesitan para ingresarlo acá con un medio de pago, particular,» se les escucha decir en una llamada telefónica.

Maria del Carmen dice que la contactaron aproximadamente hace 4 o 5 días.

«El hombre me estaba pidiendo 10 mil americanos por cada uno de mis familiares», explicó.

La reportera de Univisión usó un ardid. Llamó al autodenominado «Capo del Desierto» y se identificó como una familiar de unos balseros. El sujeto le pidió 3 mil dólares por una video llamada con el supuesto familiar; aunque nunca dijo dónde ni cómo los había encontrado. Por supuesto, mucho menos le dijo dónde lo tenía.

Está claro que todo era una estafa; pero cuando más tarde la reportera de Univisión lo volvió a llamar y se identificó como periodista, el «Capo del Desierto» le dijo:

«No tengo a ningún cubano, ni soy nada señora, está equivocadamente, es un error».

La anécdota sirve de experiencia para el futuro. Cualquier persona que se encuentre en una situación similar, lo primero que debe hacer es dudar. Tampoco debe brindar información sensible y personal al estafafor.

Las agencias policiales recomiendan incluso colgar el teléfono.

En caso de que resulte o parezca verosímil la historia, se recomienda decirle a la persona que Ud. necesita una prueba.

«Pídale hablar directamente con el familiar y nunca acepte pagar un rescate por transferencia electrónica o en persona,» recomienda la periodista en su reportaje.

Y añade:

«Los familiares que residan en los Estados Unidos pueden comunicarse con la oficina más cercana del FBI o con la policía local.»

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