El cantante de música urbana Baby Lores se mostró preocupado por el retroceso de ese género en Cuba, “sobre todo en el mensaje que envía a un público degradado que lo consume”.
“La depravación creo que ha llegado a su nivel más alto, el lenguaje explícito que se está usando es ofensivo y muy agresivo, y alguien tiene que pedirles que paren”, reclamó Lores en su perfil de Facebook.
El reconocido exponente del reguetón cubano escribió que, como pionero del género en Cuba, siente responsabilidad con el público y “hasta vergüenza ajena” por el tipo de letras que utilizan las nuevas generaciones de exponentes de la música urbana, de lo que también culpó a los promotores, que por dinero “exponen lo mas bajo de una subcultura emergida de los suburbios de nuestras comunidades, que no por pobres tienen que ser vulgares”.
“Quien ama y respeta a su pueblo, a sus amigos, a sus seres queridos, no tiene derecho a denigrarlos y si, por dignidad, a honrarlos”, dijo Lores, quien una vez criticó la censura en Cuba a varios artistas del género por el mismo motivo de su alerta, mientras Casa de las Américas le abría las puertas al puertorriqueño Residente, del dúo Calle 13.
Baby Lores , aparentemente más maduro que entonces y visiblemente preocupado por la música popular que gana espacio entre los jóvenes, lamentó que las producciones actuales recogen “la peor parte de las subculturas de nuestros barrios” y que se estén importando al circuito de entretenimiento de Estados Unidos.
“Lo que se está haciendo en la música urbana ya es abominable y lamentablemente permitido la ‘pornografía musical’, que además de denigrarnos como género musical, también se está presentando como ‘lo que todos quieren’, la preferencia de un nicho de mercado en declive desde un punto de vista estético e incluso moral”, opinó el compositor e intérprete de ese tipo de música, quien también ha cantado con reconocidos cantautores cubanos como Pablo Milanés.
“Mi consejo para las nuevas generaciones de cantantes de música urbana, si pretenden vivir de sus canciones, cuiden a su público y muéstrenles respeto para que les devuelvan amor y admiración”, apostilló Lores.
