Un impactante caso de abuso infantil ha conmocionado a la comunidad de Hialeah, luego de que una madre, furiosa por un incidente menor, tirara a su hija de un año desde su vehículo en plena calle de Hialeah. El incidente ocurrió la noche del pasado jueves cuando Tasshay Mills, de 29 años y residente de Opa-locka, fue arrestada bajo cargos de abuso y negligencia infantil tras empujar a su hija fuera del auto debido a que la pequeña derramó champú en el asiento trasero.
Según la orden de arresto, todo comenzó cuando la pequeña Cassidy Mills derramó champú en el asiento trasero del automóvil. Este incidente trivial provocó una violenta reacción por parte de su madre, quien golpeó repetidamente a la niña antes de tomar la decisión de empujarla fuera del vehículo. Cassidy cayó al asfalto mientras el automóvil estaba en movimiento, dejándola cubierta de grava y con lesiones visibles.
Una pareja que se encontraba detrás del vehículo en un semáforo fue testigo de la escena. La mujer, identificada únicamente como la «buena samaritana», narró a los detectives que vio caer a la pequeña al suelo y, de inmediato, su novio corrió a recogerla. La niña, según la testigo, sangraba por la cabeza y tenía problemas para respirar debido a las heridas sufridas al caer al asfalto. Tras recogerla, el hombre le entregó a Cassidy a su novia, mientras intentaba limpiarla con toallitas.
La situación se agravó aún más cuando Tasshay Mills, después de alejarse conduciendo de manera errática, regresó a la escena. En lugar de mostrar preocupación por el bienestar de su hija, Mills arrancó violentamente a la pequeña de los brazos de la buena samaritana, según el testimonio de los testigos. «La agarró como si fuera una muñeca de trapo», relató la testigo, en estado de shock por la brutalidad de la situación.
Los testigos proporcionaron a las autoridades una descripción detallada de Mills, junto con una foto de la placa de su vehículo. La policía de Hialeah inició una búsqueda intensiva que duró más de 15 horas. Finalmente, Mills fue localizada en Miramar, donde un amigo de la familia informó a las autoridades que la niña estaba en el apartamento de Mills en Opa-locka. Las autoridades acudieron al lugar y encontraron a Cassidy, quien fue trasladada de inmediato al hospital Jackson Health North para ser evaluada médicamente.
Durante el interrogatorio, Tasshay Mills intentó justificar su comportamiento afirmando que «solo estaba limpiando el asiento» y que había colocado a Cassidy junto a ella durante ese proceso. Sin embargo, las pruebas y los testimonios en su contra contaban una historia muy diferente, recoge Local 10 News.
El caso ha generado indignación, no solo por la brutalidad del acto, sino también por la aparente indiferencia de la madre hacia el bienestar de su hija. Las autoridades han señalado que Cassidy se encuentra actualmente bajo la custodia del Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF), mientras que a Mills se le ha prohibido cualquier tipo de contacto con la niña.
El pasado miércoles, Tasshay Mills compareció ante el tribunal, donde se le impuso una fianza de $75,000 por los cargos de abuso y negligencia infantil, señala WSVN. Durante la audiencia, el juez dejó claro que, incluso si logra pagar la fianza, no podrá acercarse a su hija.
El incidente ha dejado a la comunidad de Hialeah conmocionada, y muchos se preguntan cómo un acto de violencia tan extremo puede haberse desencadenado por algo tan trivial como un derrame de champú. Las autoridades continúan investigando el caso, y se espera que Mills enfrente cargos adicionales mientras el proceso judicial avanza.
La buena samaritana, quien prefirió mantenerse en el anonimato, expresó su gratitud por haber estado en el lugar correcto en el momento adecuado.
«Solo agradezco a Dios que mi novio y yo estuviéramos allí esa noche. No quiero ni imaginar qué podría haber pasado si no hubiéramos estado», comentó.
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