El Micha causa otra vez polémica: ¿Dónde trazamos la línea entre el derecho y la responsabilidad pública?
Otra vez el cantante urbano cubano conocido como «El Micha» está envuelto en la polémica por revindicar, sobre todas las cosas, su derecho a visitar Cuba; un tema delicado que suele generar tensiones entre los artistas y la comunidad cubana en el exilio.
El cantante asistió a una entrevista en un programa nuevo que patrocina la conocida cadena de restaurantes en Miami «El Toro Loco Churrasquería», conducido por el estelar Carlos Otero en MegaTV.
A juzgar por imágenes divulgadas por el periodista cubano Ernesto Morales en su canal de Youtube, que no son cuadro a cuadro las mismas que se han hecho virales en las redes sociales, el cantante fue a hablar de su nuevo disco y música, pero entre col y col le colaron una lechuga. Es decir, le tocaron la tecla «Cuba», algo que el artista claramente no esperaba ni, al parecer, estaba preparado para abordar.
Al Micha, se le nota ya molesto cuando, según se ve en el video, siente que su presencia allí va por otros derroteros que no eran los pensados, pero sí los sospechados. Entonces, la escena escala de nivel, no por la pregunta absolutamente justificada, elaborada, bien pensada y hasta necesaria que le hizo Carlos Otero, sino por lo que que se desarrolló después, convertido en un rifirrafe personal, con opiniones personales de un bando y descalificaciones del otro sin que Otero interviniera para evitar lo que a la postre sucedió: que el artista se parara y se fuera del set en medio de una visible molestía y «empingue», tal y como el mismo Micha expresara.
A todas estas alguien podrá pensar que se defiende al Micha aquí pero no; lo que hacemos – o al menos intento – es criticar el mal manejo que se hizo de la entrevista.
Ya de esto vemos y hemos visto, y mucho, en la TV de Miami, con los ejemplos sobrados del exabrupto vivido hace casi ya 8 años por la señorita Dayana, quien al igual que hizo El Micha ahora, se paró llorosa, en medio de una pregunta «inesperada» y repetitiva; algo que vivió también Jose «El Pillo»,en otro programa donde la «entrevistadora» empleó cerca de dos minutos en insistir una y otra vez en la misma pregunta, buscando que este dijera lo que ella quería que dijese. «El Pillo», al menos se quedó sentado.
Esta claro que el Micha adolece de preparación política; y que en lo personal, a él le luce como un derecho soberano ir a la isla cuantas veces quiera, pero el mismo ímpetu en «poner eso malo», porque él es «un loco», debería tal vez ponerlo en prepararse para responder a preguntas capciosas, fuera de contexto, apresuradas, molestas y poco profesionales que le vendrán encima una y otra vez, en este mundo de influencers y pseudoperiodistas que a cada rato vemos en las redes sociales esparcidos por el mundo entero.
Las tensiones entre quienes han emigrado y el deseo de algunos de estos artistas de mantener vínculos con Cuba son un tema recurrente, especialmente cuando se trata de figuras públicas. En este caso, El Micha parece haber subestimado el impacto de sus declaraciones y su reacción posterior, lo que expone una falta de preparación al enfrentar preguntas que, en un contexto como el exilio cubano, son inevitables o lucen para miles, inevitables de hacer.
Muchos podemos criticar el hecho de que, por ejemplo, no sabemos cómo ajustó El Micha su status migratorio en los EE.UU. ¿Vino por visa de talento? ¿Vino y pidió Asilo Político en la frontera? ¿Esperó al año y un día para aprovecharse de la Ley de Ajuste Cubano, conseguida a sangre y fuego por el exilio histórico desterrado de Cuba y por gente que sufrió cárcel y prisión a manos de los mismos que hoy ostentan el poder en la isla a la que El Micha continuamente va y regresa?
Una buena pregunta que se perdió, lejana al desmadre, violencia, ninguneo por parte de El Micha contra una presentadora mujer que intentaba defenderse de un absurdo que no iba a llegar a ningún lado, es esa. ¿Cómo es que puedes entrar y salir, así de un país del que supuestamente viniste huyendo «económicamente», debido a un problema político?
El tú no sabes nada, el tú eres ignorante, o no, no eran respuestas a la pregunta incómoda, si es que te lució absurda.
El problema aquí no es solo la falta de preparación del artista, sino el cómo los periodistas pueden abordar estos temas. Si bien es cierto que en ocasiones las entrevistas tienden a volverse sensacionalistas, los artistas que deciden mantener vínculos con Cuba deben ser conscientes de que su postura siempre será motivo de escrutinio. El Micha tiene derecho a visitar la isla, pero también debe asumir la responsabilidad de explicar de forma clara y coherente su posición, más allá de reacciones impulsivas, y los entrevistadores hacer sus preguntas.
Es innegable, como decíamos, que el escenario mediático en Miami ha visto casos donde los entrevistadores presionan en busca de respuestas polémicas. Sin embargo, también es responsabilidad de los artistas estar mejor preparados para abordar estos temas, especialmente cuando saben que la pregunta les llegará tarde o temprano.
El Micha, al decidir acudir a este tipo de espacios, debió prever que el tema de sus viajes a Cuba no sería pasado por alto, y podría haber aprovechado la oportunidad para ofrecer una respuesta más madura y reflexiva, en lugar de dejarse llevar por la frustración.
Indudablemente, hasta incluso parece tener cierta cuota de razón El Micha cuando dice que en Cuba «no se habla de política». Póngase si no a pensar Ud. cómo es que un pueblo, como el de Sibanicú, puede estar festejando, alcoholizándose y bailando en una noche bajo un perrísimo apagón que ya suma 15 horas, en lugar de estar lanzado a la calle a protestar.
O esta otra, cómo un pueblo que «sale a la calle a protestar» y sonar calderos, lo hace solo por agua y luz; y si le ponen la luz o le traen el agua, se regresa a sus casas.
Actuó mal y se expresó peor, es verdad, pero ¿fue justificado?
Peor aún ha sido su salida posterior en las redes sociales, en las que alude al lugar donde estuvo, llamándolo «programucho», y a quienes lo entrevistaron, llamándolos «bola de churres haciéndose los más patriotas que nadie», y donde alude ejemplos «buenos» como los sí más desconectados de la realidad cubana y del dolor cubano, Enrique Santos y Tony D´Andrade – y taguea al final a otros que, sinceramente, debe ser los que llama ejemplos de «periodismo de pacotilla». ¿O no?
Basta leer los comentarios en su publicación, para saber que en ese tema – voy a Cuba por mi familia y amigos – incluso hasta miles de críticos de la dictadura, que no han ido ni van a Cuba, defienden ese derecho.
Pero bien, a fin de cuentas, El Micha no es el ejemplo ilustre de nuestros «malos artistas».
Una opinión ya más personal y menos periodística
Es cierto que El Micha asistió al programa al parecer para hablar de su música y su nuevo disco, pero como figura pública, no puede ignorar el hecho de que, en cualquier entrevista, el tema de sus visitas a Cuba es inevitable. Este es un tema controvertido que afecta a una gran parte de la comunidad cubana fuera de la isla, y El Micha debería estar preparado para abordar estas cuestiones de manera reflexiva y madura.
En lugar de reconocer la legitimidad de la pregunta o de ofrecer una explicación bien pensada, El Micha optó por una reacción impulsiva. Abandonar el set y descalificar a quienes lo entrevistaron muestra una falta de autocontrol y profesionalismo que no se espera de un artista. El Micha tiene derecho a defender sus acciones, pero como figura pública, tiene la responsabilidad de hacerlo de manera coherente, no con insultos o evasivas. Esto no solo afecta su imagen, sino que también genera más controversia innecesaria.
El tema de sus frecuentes viajes a Cuba no es una cuestión menor. A pesar de que muchos defienden su derecho a visitar la isla por motivos familiares, El Micha debe ser consciente de que su posición genera cuestionamientos, especialmente entre los exiliados que enfrentaron persecuciones políticas. Responder a estas preguntas con madurez y preparación es parte de su responsabilidad como figura pública, y no puede permitirse simplemente «evadir» o explotar cuando surgen preguntas incómodas.
Además, su reacción posterior en redes sociales, calificando el programa como «programucho» y descalificando a los entrevistadores, solo exacerbó la situación. En lugar de calmar las aguas, El Micha utilizó su plataforma para atacar y alimentar la controversia. Este tipo de comportamiento solo refuerza la percepción de que no está dispuesto a enfrentar críticas constructivas ni a reflexionar sobre su impacto en la comunidad.
A pesar de los fallos en el manejo de la entrevista, la responsabilidad principal recae sobre El Micha por no estar preparado para responder de manera adecuada y controlada. El ser una figura pública implica enfrentar el escrutinio, especialmente cuando se trata de temas delicados como su relación con Cuba. Debería haber visto esta entrevista como una oportunidad para explicar su postura de manera más articulada, en lugar de dejarse llevar por la frustración.
El Micha y otros artistas cubanos
Lejos de alguna batalla legal que enfrentó a inicios de esta década, lejos de sus muchas desafortunadas declaraciones y «empingues», en los que más parece interesado en llevarle la contraria a sus críticos que sentir lo que dice, El Micha es un niño bueno al lado de nuestros «problemáticos» Yakarta, Insurrecto, El Chulo y los reyes de TGK: El Taiger y Chocolate MC.
Solo este último, por lo dicho y hecho compite con este otro: Ovi.
Ovi es otro de los que ya sabe bien a qué sabe la sal y la pimienta en la cárcel, pero parece que no acaba de aprender cómo es que se llega allí y ha vuelto a ser protagonista de un desagradable incidente, mucho más peligroso, demostrativo de una actitud muy diferente a la del Micha. A fin de cuentas no se Uds., pero yo prefiero mil veces a uno que vaya a Cuba 10 veces al año, que no a uno que deje tan mal parada a la comunidad cubana.
Ovi, cuyo verdadero nombre es Ovidio Crespo, compareció en la corte de Miami el miércoles 18 de septiembre de 2024 tras ser arrestado por varios cargos, entre ellos posesión de sustancias controladas, agresión con arma de fuego y exhibición ilegal de un arma en público. Además de los cargos por agresión, exhibición indebida de arma y posesión de drogas, se le ha impuesto una retención migratoria, lo que podría complicar aún más su situación legal.
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Este incidente no es el primer problema legal que enfrenta Ovi en los Estados Unidos. En el pasado, ha sido detenido por situaciones similares, incluyendo un altercado en 2021 donde también mostró un arma en público.
Estos episodios de violencia, junto con su comportamiento errático, han puesto al artista cubano en el centro de la controversia en repetidas ocasiones y no sé Uds. – repito – pero a mí me luce este mucho más ofensivo a la imagen de la comunidad cubana en el exilio, que el otro, del cual se sabe uno casi que no aspira a nada.