El reconocido actor cubano Armando Tomey compartió detalles inéditos sobre su experiencia de trabajo junto a la legendaria actriz Susana Pérez en la icónica telenovela “Sol de Batey” (1985).
Tomey, quien interpretó al protagonista masculino en la producción, habló con sinceridad sobre la admiración y el respeto profundo que sentía por su compañera de reparto, y cómo esto influyó en su desempeño en pantalla.
Durante una entrevista con Destino Tolk, Armando Tomey recordó con humor y nostalgia los momentos en el set junto a Pérez, y de paso confesó que los besos entre ambos personajes eran todo un desafío personal.
Lea más: Adriana, hija de Nancy González y Armando Tomey, se casa en Cuba
“Eran muy tímidos los besos con Susana. Yo tenía mucha pena de besar a Susana. Para mí, Susana era un ídolo, yo me daba galletas para ver si era cierto”, comentó entre risas. Esta confesión evidencia la magnitud de la admiración que el actor sentía por su colega, a quien describió como “la actriz más carismática, no voy a decir bella, y más talentosa que ha tenido la televisión cubana”.
Tomey, quien también estuvo casado durante unos años con la primera actriz Nancy González, destacó que trabajar con Susana Pérez fue un privilegio incomparable, pero también un reto emocional. “Ser protagonista de una telenovela en Cuba con la actriz más carismática… era como un sueño”, aseguró.
Al hablar sobre su papel en la historia y las escenas románticas que compartían, Tomey enfatizó que su admiración hacia Pérez trascendía cualquier sentimiento romántico. “El respeto y la admiración era tan grande que yo no tenía deseos de besarla, yo la besaba obligado. Yo la admiraba como persona, no como mujer”, declaró.
El actor también recordó cómo su personaje en “Sol de Batey” debía profesarle amor a “Charito”, el personaje interpretado por Pérez. Tomey explicó que esas palabras de amor se cargaban de un sentimiento genuino de veneración y aprecio, más allá de cualquier atracción personal.
Lea más: Actor cubano Armando Tomey cumple 69 años de paseo por Chicago con su esposa Raysa
“No podía sentir atracción sexual ni romántica, sentía una cosa sublime cuando estaba al lado de ella, cuando le decía ‘Charito, te amo’”, añadió, dejando claro que su respeto por la actriz estaba profundamente arraigado en su profesionalismo y admiración hacia su talento.
