«Lo que hace falta es carne rusa» ironizó uno de los habaneros que miraban a la distancia este viernes desde la avenida del puerto capitalino a los buques de guerra, entre ellos el submarino de propulsión nuclear, enviados por Vladimir Putin a presuntas maniobras militares en el Caribe y que tanto han dado que hablar en estos días en el mundo.
Algunos, con cierta exageración, han recordado los tiempos de la llamada «Crisis de los Misiles» en 1962, pero las diferencias de contexto se notan , una de ellas es que hace 62 años Fidel Castro había hecho un pacto nuclear con la URSS de Nikita Krushchov sin que se enterara el pueblo cubano, amenzado con desaparecer..Ahora no, ahora se le puede tirar fotos desde el malecón a las «joyas» de la Armada Rusa.
El Destacamento Naval luego de esta parada hasta el 17 de junio al parecer seguiría al sur y no se descarta también atraque en Nicaragua y Venezuela.
Estados Unidos envió el submarino de ataque rápido USS Helena a la Bahía de Guantánamo mientras los rusos visitan Cuba.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que es una práctica normal realizar ejercicios militares en diferentes regiones del mundo, especialmente para una potencia marítima tan grande como Rusia. «Así que no vemos ningún motivo de preocupación en este caso».
«No queremos ver barcos rusos frente a las costas de Florida que es donde se encuentran ahora mismo. Eso es impensable», dijo el ex presidente Donald Trump durante una conferencia de prensa tras reunirse con legisladores del opositor Partido Republicano en Washington.
Un portavoz del Pentágono recordó que «estas son visitas navales de rutina que hemos visto bajo diferentes administraciones».
Entre las dos naves de guerra y dos buques de apoyo naval en La Habana.el submarino de propulsión nuclear Kazán es sin duda uno de los buques más potentes de la flota de Moscú.
A la visita a La Habana le seguiría un ejercicio aéreo y marítimo multinacional a gran escala en el Caribe, el primero que Rusia organiza en cinco años, han anticipado varios analistas.
«Este despliegue es una declaración política, no una auténtica amenaza militar. Su objetivo es fortalecer los lazos con Cuba en un momento en que Vladimir Putin necesita todos los aliados que pueda conseguir, incluso un pequeño caso perdido en el Caribe» dijo un artículo en el londinense The Telegraph suscrito por el coronel británico retirado Richard Kemp.
La demostración rusa a 90 millas de la Florida se realiza cuando Washington por primera vez permite que se disparen misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra objetivos dentro del territorio ruso por parte de Ucrania. «Los barcos rusos parecen ser una exhibición destinada a inquietar a los adversarios occidentales de Putin y socavar su determinación», escribe el medio británico.
«Todo parece indicar que Putin ahora quiere ver el fin de la guerra que empezó; sobre todo en caso de que el volátil e impredecible Donald Trump llegue a la Casa Blanca en enero. Su mejor esperanza es que Joe Biden intente presionar a Kiev para que acuerde un alto el fuego a tiempo para las elecciones estadounidenses, permitiendo a Biden hacerse pasar por un pacificador aunque fuera en los términos de Putin.» consideró el experto militar.
La Cancillería cubana ha expresado que ninguno de los barcos rusos porta armas nucleares, por lo que su escala en el puerto no representa una amenaza para la región. La nota del Minrex cubano no aludió a ejercicios militares conjuntos en la Isla ni en el Caribe como han estado señalando reportes de la prensa internacional.