Si la solidaridad de unos cuántos cubanos logra materializarse tras las palabras de la joven cubana Amelia Calzadilla, los cubanos – todos – pudieran estar en camino de no hacerle más caso a Lis Cuesta Peraza, la first lady cubana, y las cosas que dice.
Fue la joven Amelia Calzadilla quien en su «primera» directa – sí, esa que se volvió viral – cargó contra la esposa del mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel, y a quién le dijo que no le importaba su vida; incluso, si se tiraba o no a Díaz-Canel. No pocos cubanos, después de eso, en probable solidaridad con la joven y su «explote» no solo comenzaron a decirle en Twitter a Liz que no les importa su vida.
De hecho hasta ha surgido un hashtag que le están poniendo a Liz: #NoNosImportaTuVida, al que acompañan con este otro: #TodosSomosAmelia
Que una joven veinteañera logre apagar el discurso de Lis en Twitter, con sus dislates reiterados no es poca cosa; que los cubanos comprendan que «dejarla correr» puede servir como un acto solidario y de unidad con Amelia Calzadilla, es más importante aún.
La joven recibió hasta la solidaridad de la actriz y madre Yailene Sierra cuando expresó:
«Yo apoyo a Amelia.
En todos mis años actuando siento y veo que esa catarsis salió del corazón.
Yo también me pongo uñas cuando quiero, soy una LEONA si de suplir las necesidades de mis hijos se trata y aquí, todos lo saben, hay que hacer magia.
Soy del pueblo, mi madre me crió honradamente
y además de trabajar todas las horas de la jornada teníamos que vender lo que podíamos para comer, para poder comprarme algún zapato, algo.
Así vendimos : huevos, jabones, chiclets, barras de guayabas, cebollas y ajos que me daba mi tío Nene para ayudarme.
Eso era para poder merendar en la beca de arte y no pasar tanta hambre en el período especial.
Me pongo uñas, con el dinero que no me manda nadie y porque quiero.
No disfruto del lujo, mi casa es modesta, el que me conoce lo sabe.
Mi corazón está al lado de mi pueblo.
Amelia no
dijo ni una mentira y la apoyo.
Ahora veo a gente que la ataca.
Un respeto para Amelia.
Es la voz del más humilde pueblo.
Gritó por ella y por los que pasan aún más trabajo.
Ni con el salario más alto aquí se puede comprar al mes lo necesario.
Un respeto, ofendiendo a Amelia también me ofendes a mi, que tuve una madre que trabajó toda la vida y nunca tuvo un retiro digno, como le pasa a la mayoría de los cubanos.
Ella tuvo el valor de no quedarse callada.»
Y es que las palabras de la joven madre, sobre todo su frase de «Mi postura política es ser madre” caló muy hondo en miles de cubanos; sobre todo, en miles de madres cubanas.
El «apagón» de Amelia Calzadilla llegó hasta el lugar donde vive y trabaja el cada vez menos escuchado Guerrero Cubano, voz sin rostro, de la Seguridad del Estado en Cuba, quien anunció para el domingo un programa «con pruebas» que luego no trasmitió, presuntamente tras recibir una orden de bien arriba, de que dejara a la muchacha tranquila.
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