Una de las leyendas dentro de la música popular cubana, el cantante Alfredito Rodríguez, asistió en días pasados al reality «La Casa de Maka» de SomosMiamiTV, para hablar de su vida actual, su salida de Cuba y de su hijo Alfredito, el fenomenal pianista «protegido» de Quincy Jones.
Entre amigos, y a una pregunta del actor Felito Lahera sobre el momento de su salida de Cuba, Alfredito Rodríguez confesó:
« No se lo deseo a nadie. Todavía estoy llorando porque dejaba atrás el amor de muchísima, muchísima gente. Dejaba mi pueblo, dejaba a la gente que habían hecho esta humilde carrera.»
El cantante confesó que se fue con una mochila y con una foto que le regalaron, de la Virgen de la Caridad del Cobre metida dentro de la mochila.
«Ese fue mi único equipaje. No sé qué tiempo llevo sin ir a Cuba. Muchos años ya estuve en México, estuve en México cinco años y fui un par de veces y ya. Aquí voy a cumplir 10, aquí voy a cumplir 10 y si Dios me lo permite, yo algún día volveré, si no a cantar yo, a acompañar a otros artistas que vayan,» dijo.
Luego, visiblemente conmovido dijo que se trata de un proceso «muy duro».
Más adelante expresó:
«Como dice (Willy) Chirino en uno de sus versos me tiré a la mar. No me arrepiento,» señaló.
Al recordar su llegada a los Estados Unidos, Alfredito Rodríguez recordó que fue un momento muy duro, y comparó el «reinicio» de su carrera en el exilio como jugar contra los Yankees de Nueva York.
«Todos hemos pasado por eso, me parece. Y si no todos, la mayoría de nosotros sabemos lo que es; lo que hemos pasado por eso. Pero yo soy de la gente que piensa que mientras cae, uno escucha, ahí está el artista. Es igual de los papeles. Es decir, no hay papeles, segundos, ni primero, ni secundarios, ni nadie. Está demostrado en la vida que muchas veces papeles secundarios se han robado protagonismo en. Y la historia es hacerlo con pasión, hacerlo con todo el amor del mundo, echarle ganas y y ese se que está ahí merece tanto respeto. Si fuera uno como si fueran diez mil, merece el mismo respeto tuyo. No puedes cantar en un lugar donde hayan 500 personas y decir «voy a echar menos porque no estoy en el Madison Square Garden,» señaló.
Alfredito habló además de sus hijos, Alfredito y Daniel, quienes tomaron por sí solos la decisión de salir de Cuba también.
«No me arrepiento; como si estuviera debajo de un puente; si ellos brillan y si ellos tienen alas, y si yo los veo que están volando, yo soy un pájaro también que vuela.»
Al hablar de Alfredito, su hijo, dijo que el fenómeno de la música mundial Quincy Jones quiso llevarlo a Cuba, por el día del Jazz, pero los autoridades cubanas no lo permitieron.
«Alfredo no pudo ir a Cuba; le dijeron a Quincy que Alfredo no. No permitieron que fuera. Ya se imaginarán la opinión que tiene Quincy Jones de eso. Yo no quería conversar del tema, pero un día nos encontramos en Los Ángeles, se habló de eso, y me di cuenta que no entendía nada. Nadie entiende nada,» expresó.
Según Alfredito Rodríguez su hijo solo salió de Cuba pensando en su música y en su talento.
«Quiere que su música vuele, que camine. No le ha hecho mal a nadie. Es cubano, ama a Cuba… ¡qué locura!,» señaló Alfredito con el hecho de que a su hijo no le hayan permitido viajar con Quincy Jones a La Habana.
«No solo que es cubano,» precisó María Karla Veloz. Es que ha puesto el nombre de Cuba altísimo porque además es un excelente artista.»
Luego expresó:
«Ya dije en un verso de meditación empapado de algo que para mí la familia es lo más sagrado, el país donde he nacido y mi religión (…)»
«Siento un orgullo extraordinario por mis hijos. Son mi razón de vivir,» señaló.
Alfredito Rodríguez se confesó además admirador de la carrera de su hijo, de igual nombre.
«(…) tengo un hijo que va dentro y que bonito. Y eso te da el orgullo que siente ser padre. El respeto que sientes por las personas. Claro, yo lo respeto mucho porque él ha hecho un sacerdocio de esta carrera. Dejó sus juegos infantiles para dedicarse por entero a esta pasión que produce la música (…),» dijo ya casi al final de la entrevista.
Sin dudas Alfredito Rodríguez – padre – es toda una leyenda muy querida dentro del pueblo cubano. Un orgullo para los cubanos de ambas orillas.
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