Los humoristas Alexis Valdés y Conrado Cogle, más conocido como Boncó Quiñongo, han detallado cómo vendieron tabacos cubanos de forma ilegal durante los 90, poco antes de salir definitivamente de la isla.
Entrevistado para el podcast ‘Qué desastre’, que transmite Alexis a través de su canal de YouTube, Boncó reconoció que la venta de puros cubanos en países como España o Colombia se convirtió en un fructífero negocio durante el llamado Período Especial. “Yo contrabandeé tabacos en Europa”, señaló el comediante de 54 años.
“Tú los comprabas en 25 dólares y en lo mínimo en que los podías vender era en 200 euros. Yo los vendía en 250”, confesó el otrora integrante del grupo humorístico Pagola La Paga, que se afincó en 1999 en España y posteriormente, en 2005, en Estados Unidos.
Según confirmó Alexis, que también emigró primero a Madrid y luego a Miami, “en los años 90 todos los cubanos viajábamos con tabaco”. “Te prometían que te daban hasta 400 (euros), aunque nunca me los dieron”, dijo el actor de 60 años, que también comercializó tabacos en España porque entonces “esa era la divisa nuestra”.
En igual sentido, Boncó aseguró que el tabaco era “lo único original, original” que había en Cuba, “aunque lo hicieran en casa”.
“Porque el tabaco no lo vendían en la fábrica, sino que lo hacían en casa”, ratificó Alexis, pese a que no lo parecía, porque “se llevaban (de la fábrica) las hojas, las cajas, el anillo”.
“Todos esos españoles que no están mirando ahora, que fumaban tabaco Cohíba, fumaban tabacos que no venían de la fábrica Cohíba”, destacó Alexis, que le preguntó con tono de broma a Boncó que por qué no montaba una empresa de exportación de tabaco.
Asimismo, Boncó relató cómo en uno de sus viajes a España un policía sonriente le confiscó en el aeropuerto parte de las ocho cajas de tabaco: cuatro en cada maleta, que llevaba.
También en torno a las ilegalidades, Alexis contó que en una escala que hicieron la actriz Jacqueline Arenal y él en Madrid en el año 89 o el 90, las autoridades españolas confundieron con droga las bolsas de detergente en polvo que habían comprado en Moscú, Rusia, para llevar para Cuba.
“Imagínate, dos bolsas de polvo blanco grandes meditadas en una maleta”, acotó al hablar del despliegue policial que ambos actores provocaron ingenuamente.
