El titular del Ministerio de Economía y Planificación de Cuba (MEP), Alejandro Gil, declaró que la apertura de más tiendas en moneda libremente convertible (MLC) es “una medida de justicia social” aunque “muchos no lo vean así”.
En una entrevista a la Agencia Cubana de Noticias, Gil afirmó que parte del dinero recaudado por esos establecimientos permiten el aprovisionamiento de la red comercial en pesos cubanos.
El titular del MEP afirmó que “de no haber existido las tiendas en monedas libremente convertibles la situación económica del país sería más compleja aún, y también mucho menos las ventas en pesos de bienes y servicios a la población, dado el alto desabastecimiento de la red comercial”.
La medida de “carácter transitorio” de abrir tiendas que comercializan sus productos a cambio de dólares bancarios fue aprobada en 2019, con el objetivo de evitar fuga de capitales en manos de comerciantes privados que salían de la isla a realizar compras para importar bienes.
Pero esa red de establecimientos no ha dejado de crecer al tiempo que se reduce la oferta de productos en moneda nacional, y en detrimento del poder adquisitivo de los trabajadores que cobran sus salarios en pesos cubanos.
El ministro Gil, afirmó que los “enemigos de la Revolución tergiversan”, el impacto de la medida gubernamental.
Recordó que en su informe a la Asamblea Nacional del Poder Popular, en octubre pasado, detalló que “de las ventas en MLC se habían utilizado más de 300 millones de dólares para aprovisionar de mercancías la red del comercio en moneda nacional”.
En muchas de las principales ciudades de Cuba se ha hecho habitual que cierren las tiendas que venden productos en pesos, y meses después reabren con ofertas casi idénticas, pero con precios en MLC, una moneda que cotiza a casi 100 pesos cubanos en el mercado informal de divisas en la isla, y que no se puede adquirir en bancos ni casas de cambio estatales.
El titular de economía cubano reconoció “las limitaciones que se genera” con la medida, mas se preguntó “cuál sería el escenario de no haberse habilitado esas tiendas”.
Varios especialistas coinciden en que la ampliación del mercado minorista en divisas fomenta la desigualdad entre los cubanos que trabajan por un salario en moneda nacional y los que reciben remesas o acceden a las divisas extranjeras por otras vías.
La medida, contraria a la política de unificación monetaria y cambiaria aplicada desde enero de 2021, arroja leña al fuego de la inflación que el propio ordenamiento generó: mas del 70% según fuentes estatales y alrededor del 500% de acuerdo con economistas e instituciones extranjeras especializadas en análisis de desempeño económico.
Citado por la fuente, el ministro aseguró que el objetivo de esas tiendas se está cumpliendo y explicó que se mantendrán hasta que se recupere la economía y “podamos dotar al peso cubano de una capacidad real de compra”.
