Como “lenta” y sin “desenvolvimiento positivo” calificó el ministro Alejandro Gil Fernández la recuperación económica de Cuba y sus sectores primarios, al tiempo que auguró un siniestro 2023 marcado por el déficit de divisas.
Sus declaraciones se dieron el sábado en el marco de la segunda jornada del V Pleno del Comité Central del Partido Comunista (CCPCC), donde aseguró que aprecia “una ligera recuperación”, pero sin el impacto necesario para el funcionamiento del país.
El titular de Economía y vice primer ministro reconoció que sus medidas no han logrado concretar el aumento de las exportaciones, mientras los ingresos en divisas son inferiores a lo previsto, sobre todo en el turismo. También se experimenta una caída en los “ingresos externos” por los servicios de comunicaciones.
Admitió que los sectores primarios y secundarios continúan siendo los más afectados, en particular, la agricultura y la industria manufacturera. En ninguna de las actividades que componen el sector primario se logra un desenvolvimiento positivo, dijo Gil Fernández, citado por Cubadebate.
Sobre la actividad productiva en general, se refirió al déficit de combustible y energía como los culpables que obligaron a la paralización y ralentización de las producciones de cemento, acero, la agricultura y la industria azucarera.
Las exportaciones de Cuba fueron superiores a las de 2021, pero no lograron superar a las de 2019. “Ello explica que es el déficit de divisas la restricción principal de la economía para alcanzar los niveles de 2019 como meta”.
Entre los productos estrella que se exportaron a otros países se encuentran el níquel, el tabaco, el ron, la miel y derivados del mar, cuyos comportamientos son “aceptables” para el vice primer ministro.
Otra vía sustancial de ingresos, el turismo, también dejará mucho que desear. Se estima recibir, al concluir el año, 1.7 millones de visitantes, cifra superior al 2021, pero inferior en unos 800.000 a lo planificado.
En el presente año también se vio afectada la circulación mercantil, que “no logra satisfacer los niveles de oferta que permitan estabilizar los precios, y sin ese crecimiento en ofertas no se logra controlar la inflación”.
“Este tema es el objetivo más importante a alcanzar en el corto plazo, y ello depende del incremento de la producción y no de medidas monetarias, aunque estas, son también necesarias”, señaló Gil Fernández.
En el Pleno, las autoridades dijeron que las divisas captadas se han empleado para la venta en efectivo a la población y para la venta, en dinero bancarizado, a actores económicos para ofertas en pesos cubanos.
Acerca de la inversión extranjera en el comercio mayorista y minorista, coincidieron en que “no se logran los impactos esperados” y consideraron necesario “potenciar la ampliación de los mercados” para que los actores económicos puedan comprar insumos en MLC y se abastezca la red de tiendas.
Para cerrar, el ministro de Economía tocó el tema de los molestos apagones vividos en Cuba los últimos meses del año, y aseguró que el Estado ha destinado financiamiento con esperanzas de aliviar el problema en 2023.
Ese presupuesto prevé costear gastos de generación móvil, suministros con destino a la reparación de motores, a partes y piezas de las centrales termoeléctricas, así como elementos para parques solares fotovoltaicos, redes, trasformadores y subestaciones.
