La carismática actriz e influencer cubana Yía Caamaño, recordada con cariño por su participación en numerosas telenovelas de producción nacional, se fue de vacaciones de invierno a Japón, una experiencia verdaderamente única para cualquier oriundo del Caribe.
Desde que puso un pie en Tokio, la actriz cubana Yía Caamaño ha convertido su travesía en un relato visual fascinante. Radicada en Miami desde 2022, la intérprete ha compartido en sus redes sociales cada momento de su asombroso periplo por la capital japonesa, describiéndolo como “maravilloso” e “inimaginable”.
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La artista, conocida por su versatilidad en la pantalla, se sumerge ahora en una historia diferente: la de un país donde la modernidad y la tradición coexisten en perfecta armonía. Desde su llegada, Caamaño ha recorrido emblemáticos escenarios de Tokio, capturando con su lente la esencia de una cultura milenaria que la tiene completamente cautivada.
Uno de los primeros destinos que visitó fue el templo Sensoji, en Asakusa. La icónica linterna roja de la puerta Kaminarimon se convirtió en el telón de fondo de una de sus fotos más comentadas, una imagen que contrasta con los recuerdos de su infancia en Baracoa, donde creció rodeada de un paisaje completamente distinto.
Con la curiosidad de quien se enfrenta a un nuevo personaje, la actriz ha explorado los sabores de la gastronomía japonesa en restaurantes tradicionales, recorrido los bulliciosos barrios de la ciudad y admirado la impecable sincronización del transporte nipón. Tokio se ha convertido en su escenario, y ella, en una espectadora de lujo de una ciudad que vibra entre rascacielos futuristas y templos ancestrales.
Caamaño, graduada de la Escuela Nacional de Arte en 2010, ha construido una sólida carrera en la televisión cubana, donde se destacó en producciones como “Con palabras propias”, “Tierras de fuego” y “Tras la huella”, además de telenovelas como “En tiempos de amar” y “El rostro de los días”. Ahora, en esta pausa de sus proyectos artísticos, su viaje a Japón no solo le ha permitido desconectarse, sino también nutrirse de una cultura que, sin duda, dejará una huella en su vida y en su visión como actriz.
