El caso de este perro abandonado en el «José Martí», se quiera o no, se ha convertido en un símbolo de lealtad y del impacto emocional del abandono en los animales. A algunos hasta les ha recordado la historia del perro Hachiko.
Este incidente subraya la importancia de considerar el bienestar y los sentimientos de las mascotas, especialmente en decisiones familiares tan drásticas como la emigración.
En el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, un perro fue recientemente abandonado por una familia que aparentemente dejó el país.
Este incidente fue alertado desde el pasado 24 de junio por la protectora de animales Yenney Caballero, quien compartió detalles sobre el estado del perro y su resistencia a ser atrapado y sacado de la terminal. El fiel animal continua mostrando signos de continuar esperando por su familia que, según parece, no regresará, y se niega a ser sacado de allí.
Según lo reportado por Yenney Caballero, el perro fue dejado atrás por una familia que salió del país. A pesar de los intentos por reubicarlo, el perro muestra una clara resistencia a dejar el aeropuerto, lugar que aún asocia con sus dueños.
Caballero y otros animalistas han estado trabajando para encontrarle un nuevo hogar, asegurando que el perro reciba la atención y el cuidado que necesita mientras sigue en el aeropuerto; pero cada vez que han intentado atraparlo, este se ha mostrado arisco, ha ladrado, saca los dientes, se escurre y escapa.
La activista reconoció que aunque una persona intentó llevárselo, el perro se resistió, mostrando comportamientos agresivos por el miedo y la ansiedad. La activista ha organizado esfuerzos para que el perro sea alimentado y cuidado mientras se encuentra en el aeropuerto, y está coordinando con otros voluntarios para asegurarle un futuro más estable y amoroso, pero el animal no se siente bien.
La activista Isol G nos actualiza sobre el asunto, y a través de un sentido post publicado en un grupo de Facebook señala que el perro está visiblemente asustado y confundido, y lanzó un SOS. El animal, que anteriormente mostraba signos de lealtad esperando a su familia, ahora se encuentra notablemente deprimido y con un deterioro físico considerable, al punto de perder el apetito.
Dijo que el animal «en estos momentos está muy decaído de ánimo y físicamente también», pues «no quiere ni comer».
Afortunadamente, hay una luz de esperanza para este leal canino. Se ha organizado una adopción definitiva por parte de Lázaro, un reconocido veterinario de la Calle 8, quien está dispuesto a brindarle un hogar amoroso y los cuidados que necesita.
Sin embargo, persiste un desafío urgente: el traslado del perro desde el aeropuerto hasta su nuevo hogar en Santiago de las Vegas. Isol hizo un llamado a la comunidad para que alguien colabore con el transporte. Dada la condición del perro, se espera que su manejo sea más fácil debido a su estado debilitado, pero se necesita con urgencia alguien que pueda facilitar este traslado para asegurar que el perro reciba la atención médica y el amor que tanto necesita.
