El reciente accidente en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, que dejó dos obreros muertos y otros heridos, resucitó el fantasma de las chimeneas que aún se yerguen sobre las ruinas de lo que fue la industria azucarera en Cuba: el miedo a que un día se desplomen y arrasen con su entorno está más fundamentado de lo que algunos optimistas quisieran admitir.
En días recientes, un activista de la provincia de Ciego de Ávila compartió un video en Facebook en el que explica las posibles consecuencias del eventual colapso de la chimenea del central Velasco, una suerte de obelisco que sirve de referencia en el batey, y que está próxima a cumplir un siglo sin que haya sido reparada, pese a los visibles estragos del tiempo y el desuso.
“Desde 2017 vengo alertando de lo que puede causar esta chimenea de concreto con 64 metros de altura”, escribió el usuario Obdiel Torres, quien detalló los inmuebles que rodean a la vieja estructura: a 40 metros hay un edificio multifamiliar de 30 apartamentos, a solo 25 metros hay viviendas varias, la calle principal de Velasco la bordea, y a 65 metros hay un círculo infantil.
O sea, son muchos los espacios vulnerables a menos de media cuadra de lo que Torres no dudó en considerar “un peligro potencial”. El antiguo central Velasco fue desmantelado en 1944, o sea, hace casi 80 años que la chimenea carece de utilidad, y ni siquiera en las “vacas gordas” hicieron algo para derribarla de manera controlada. Varias veces han caído pedazos de su corona, según Torres.
La denuncia pública del velasqueño, harto de que lo ignoren las autoridades provinciales, fue seguida por expresiones que confirman que el problema no es exclusivo de Velasco, y abundan los ejemplos en otras provincias que, literalmente, se están cayendo a pedazos.
“En Manatí, un municipio de Las Tunas, hay dos en peores condiciones y rodeadas de personas que viven cerca”, escribió la forista Lisandra Tristá. También en esa provincia, pero en el municipio Jesús Menéndez, hay una chimenea que tiene incluso las cabillas afuera, según el testimonio de Adelaida Rodríguez: podría tratarse del antiguo central Chaparra, pero no lo precisa.
A su vez, María Escalona escribió que en el municipio Campechuela, en Granma, la chimenea del antiguo central azucarero Francisco Castro Ceruto está en la misma situación, pero lo más que hicieron fue poner señales de peligro de derrumbe… Al lado, por cierto, hay un parque infantil…
