¡Qué nivel de bromistas! Un abuelito cubano de 77 años, recién aterrizado en West Palm Beach, vivió un momento inolvidable (y algo traumático, sin dudas, jajaja) cuando sus familiares decidieron recrearle la experiencia de un apagón… ¡en Estados Unidos! El pobre señor estaba feliz bailando con sus sobrinos con Polo Montañez de fondo cuando, de pronto, todo quedó a oscuras. ¿El motivo? Una travesura bien calculada para hacerle revivir los apagones que tanto sufrió en Cuba.
En medio de la penumbra, la familia fingía molestia y empezó a culparlo de haber traído los apagones consigo desde Cuba. Confundido y sin saber qué hacer, el abuelito cubano soltó la frase que desató carcajadas: “Me voy pa’ Cuba”.
Después de unos minutos, las luces volvieron y todos comenzaron a aplaudir y gritar, como se hace en la Isla cuando regresa la corriente. Con ingenuidad, el abuelito cubano preguntó: “¿Aquí viene [la corriente] rápido?” ¡Qué ternura!
El momento fue compartido en TikTok por @lety_palmbeach, quien confesó que “le bajaron el katao” a la casa para lograr el efecto perfecto.
@lety_palmbeach Respuesta a @Beth #eltio #rame #broma #apagon ♬ sonido original – Lety
Pero las travesuras no comenzaron ahí. Días antes, el abuelo recibió una bienvenida inolvidable al llegar al aeropuerto de Florida con su visa de turismo. Entre disfraces de vaca, Pikachu y Shrek, sus familiares lo recibieron con abrazos, risas y todo el humor que caracteriza a los cubanos. El señor, emocionado y algo desconcertado, tuvo que adivinar quién estaba detrás de cada disfraz, convirtiendo el momento en una mezcla de ternura y comedia.
Aunque los apagones en Cuba pueden durar más de 15 horas, en este caso todo fue una broma para recordar con cariño los tiempos difíciles. Porque, como buenos cubanos, hasta en las adversidades se encuentran razones para reír. Eso sí, queda claro que la familia de este abuelito no tiene límites cuando se trata de bromas pesadas. ¡Cuidado y no se lo tomen en serio!
De lo que sí no hay dudas es de que este abuelito cubano supo ganarse durante muchos años el cariño de toda su familia. Por eso está con ellos, viviendo sus últimos días, en medio de todo este amor que evidentemente le profesan. Allí junto a ellos, vivirá hasta que muera, rodeado de bromistas que sin dudas le harán su vida feliz desde la mañana hasta la noche.
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