La activista cubana Saily González Velázquez arribó a los Estados Unidos este domingo 19 de julio “a raíz del episodio de represión del jueves pasado y las presiones que recibí ese día”, según publicó en sus redes sociales, donde reconoció que tomó la decisión “de manera muy apresurada y se la he comentado a muy pocas personas”, explicó.
La también emprendedora santaclareña declaró que entiende esto “como un viaje más, que seguiré luchando por conseguir un país donde todos podamos participar, un país sin represión ni presos políticos”, prometiendo ofrecer “más detalles” en próximos días pues necesita descansar.
“Mi corazón está con cada preso político al que sus derechos le son violados y con sus familiares, con cada activista que como yo pone en riesgo su cuerpo, su paz y la de su familia, porque todo tengamos derechos en esta Cuba de TODOS. Mi discurso y mi activismo seguirá también yendo en esa dirección”, expresó González Velázquez.
El pasado fin de semana, las autoridades policiales y de la Seguridad del Estado en Santa Clara, ciudad de residencia de la activista, la citaron por una supuesta acusación de “actividad económica ilícita” que sería archivada, pero luego la retuvieron durante horas, amenazándola con instruirle un caso bajo las figuras de “instigación a delinquir”, “desacato”, “difamación”, comúnmente aplicadas a los cientos manifestantes del 11J encarcelados y a los opositores. Sus familiares y amigos fueron advertidos de que podrían dejarla en prisión.
Entonces declararía que durante esta detención, sufrió un apagón de seis horas en la estación donde permanecía, y explicó respecto a su situación legal en Cuba que “nunca se sabe cuál es, de momento se pueden aparecer con un ʽven, toma, tu situación ahora es estaʼ y te llevan preso”, señalando que con los apagones, las carestías y el apartheid monetario del MLC es el propio gobierno cubano en que “instiga a delinquir” a los cubanos, llevándolos a la desesperación y las protestas callejeras.
Saily González Velázquez fue invitada a la reciente IX Cumbre de Las Américas, celebrada a inicios de mes en Los Ángeles, y el gobierno cubano le impidió salir de la isla para participar en las sesiones sobre crecimiento equitativo para pequeñas economías donde se esperaba su intervención.
Finalmente, participó de manera virtual, y al presentarse a las audiencias apuntó que era “emprendedora en serie, actualmente en pausa forzada por el régimen cubano como parte de su política de descapitalización a aquellas personas que defienden el respeto a los derechos humanos y presionan, a través del activismo por el tránsito de la dictadura a la democracia”.
