A horas de ronda migratoria, Guardia Costera deporta 67 balseros

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La Guardia Costera de EE.UU. repatrió a 67 balseros cubanos a escasas horas de que la subsecretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Emily Mendrala, se reúna con el el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossio. Mendrala, por cierto, fue la única funcionaria del Departamento de Estado de EE.UU. que recibió al «profesor» Carlos Lazo en Washington el año pasado.

Los 67 balseros fueron devueltos a la isla a bordo del Katherine Moore, informó la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por su sigla en inglés) en su sitio oficial.

El número correspondería a cinco interdicciones, según se desprende del comunicado emitido por la Guardia Costera.

El propio comunicado detalla que, desde el pasado primero de octubre de 2021, hasta el 19 de abril, las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado a 1,399 migrantes cubanos. Una cifra que supera con creces las de años precedentes.

El número es apenas una parte del fenómeno migratorio. Ese que tendrá este jueves «el inicio» de una serie de conversaciones entre Cuba y funcionarios de la administración de Joe Biden.

Y decimos que es apenas «una parte», porque las cifras son mucho más crudas y escandalosas. Tan altas que se habla de «éxodo silencioso» y de «estampida» hacia los Estados Unidos.

Este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional, publicó estadísticas actualizadas sobre el tema que resumen de esta manera: casi 80 mil cubanos entraron por diversos puntos de la frontera su de los EE.UU. en los primeros seis meses del año fiscal 2022 (FY22). De ese número, 32 141 lo hicieron el pasado mes de marzo.

Nota relacionada: Confirman «estampida»: 80 mil cubanos en 6 meses

Los datos del primer semestre del FY22, que comenzó el pasado 1 de octubre, indican que la cifra no solo duplica el total de 39,303 que ingresaron por puntos fronterizos durante 2021, sino que, como bien señala esta mañana el periodista Wilfredo Cancio en un artículo escrito para Cibercuba Noticias, «significa que desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, hace apenas 14 meses, un total de 110,340 cubanos han entrado de manera irregular por la frontera sur.«

Mientras, la viceministra Josefina Vidal insinuó este martes a AP y CNN que EE. UU. “está proveyendo económicamente a muchos países de la región para reactivar sus economías, para ayudarlos a generar empleos”, pero mantiene “mano dura” con la isla.

Esto, según la funcionaria, según el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossio, según el MINREX en pleno, y según el gobierno cubano en su totalitarismo; perdón, en «su totalidad», es la causa fundamental de la migración cubana, y no la falta de libertades, derechos civiles y humanos más básicos, de los que hace gala el régimen cubano.

La anécdota de un balsero que escapó de la Guardia Costera y de una muerte segura en el mar

Para Josefina, que Jorge Félix Calderón, un balsero cubano que arriesgó su vida en el mar el pasado mes de marzo poniendo proa hacia los cayos de la Florida, es culpa de los EE.UU. en su totalidad el fenómeno migratorio.

En declaraciones recientes dadas a Univision 23, Calderón no culpó a los EE.UU. de nada; al contrario, apenas se limitó a narrar su travesía y confirmó que tanto él, como quienes le acompañaron, la pasaron muy mal en altamar.

Estuvieron en el mar 26 horas. 26 horas que se le hicieron eternas; tan eternas que pensó, en varios momentos, que él no sobreviviría.

“Pensé en una muerte muy trágica o en estar desaparecido 15 ó 20 días”, dijo Calderón al medio de noticias, y reveló que la aparentemente fuerte embarcación, se rompió varias veces en aguas internacionales.

“Yo no lo vuelvo a hacer, pero es tan difícil… porque si no lo haces igual te mueres ahogado porque es un ahogamiento, una asfixia total lo que se está viviendo en los últimos años en Cuba”, dijo el joven.

Narró el balsero que «eran olas de tres y cuatro metros por un lado, olas de tres y cuatro metros por el otro,» lo que golpeaba el caparazón del «bote» que no fue interceptado – afortunadamente – por la Guardia Costera.

«Era un torbellino aquello, y ahí ya sí nosotros nos la vimos muy fea. Hubo un momento que tuve hasta temblores, el barco empezó a hacer agua y yo no pude agarrar un pomo para ayudar”, reveló el balsero, mientras recuerda cómo esta situación lo sumió en un estado de shock.

La anécdota de este joven, que muy bien pudiera ser llevada a la mesa de negociaciones, no sabemos si por un funcionario de la Guardia Costera, o por Emily Mendrala, ilustra cómo en medio de tan difícil situación, el ingenio del cubano «salió a flote». Ese ingenio que las autoridades cubanas, las autoridades que representará este jueves en la mesa de negociaciones Fernández De Cossío, no dejan desarrollar en la isla.

Lo que los salvó del aparentemente naufragio seguro fue esto: el elástico de su calzoncillo.

“Amarramos con el elástico de mi calzoncillo el motor y así llegamos”, contó el balsero, emocionado, mientras en una frase encierra la clave, de lo que dentro de unas horas deberían resolver en una mesa, sin tantos miramientos, complacencias, diplomacia, academia y elitismo, los funcionarios de Cuba y EE.UU.:

“De Cuba van a salir en una avioneta de fumigación, por mar, por tierra, por donde sea. De Cuba va a salir más gente”, sentenció el balsero.

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