La legendaria exvoleibolista cubana Regla Torres, considerada una de las mejores jugadoras de todos los tiempos y elegida en el año 2000 por la FIVB como la Mejor Jugadora del Siglo XX, volvió a sacudir el debate sobre la época dorada del voleibol femenino cubano al afirmar que ese reconocimiento pudo haber recaído en su excompañera de selección Magaly Carvajal.
Según reseñó CubaNoticias 360, Torres hizo estas declaraciones en una entrevista concedida al espacio digital Pidiendo Pista, poco antes de viajar a Puebla, México, donde debutará como directora técnica en la Liga Profesional Femenina de ese país. Allí, la habanera no dudó en señalar a Carvajal como su gran ídolo dentro del deporte.
“Si Magaly hubiera seguido en el equipo después de la Olimpiada de Atlanta 1996, quién sabe si hubiera sido ella la Mejor Jugadora del Siglo”, afirmó Torres, en un comentario que muestra sobre todo la humildad de la atleta, pues fue la propia Regla quien recibió ese galardón por parte de la Federación Internacional de Voleibol.
La excentral recordó especialmente la actuación de Carvajal en la final del Campeonato Mundial de 1994 en Brasil, cuando Cuba derrotó a las anfitrionas ante un colmado público paulista. “La jugadora que neutralizó a Brasil fue Magaly, con cinco bloqueos seguidos. Eso les bajó la autoestima”, aseguró.
Carvajal fue pieza clave del equipo que conquistó los títulos olímpicos de Barcelona 1992 y Atlanta 1996, además de coronarse campeón mundial y dominar torneos como la Copa del Mundo y el Grand Prix en la década de los 90. Tras retirarse en Cuba en 1996, se estableció en España, se nacionalizó en 1998 y llegó a representar a la selección ibérica. Más tarde se trasladó a Estados Unidos y hoy reside en Tampa, Florida. En 2011 ingresó al Salón Internacional de la Fama del Voleibol.
Las palabras de Regla Torres no tardaron en generar reacciones divididas en redes sociales. Mientras muchos coinciden en resaltar la grandeza de Carvajal, otros consideran que la capitana histórica Mireya Luis fue la jugadora más determinante de aquella generación que llevó a Cuba a tres oros olímpicos consecutivos en Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000, además de múltiples títulos mundiales.
El debate revive la memoria de un equipo irrepetible que marcó una época de oro en la historia del deporte cubano y que, décadas después, sigue despertando pasiones entre aficionados y especialistas.
