Al parecer no quieren que los turistas vean bien cuál es la realidad en Cuba.
Un aviso inesperado comenzó a circular esta semana entre viajeros habituales a Cuba: las gafas Ray-Ban Meta —las populares lentes inteligentes con cámara integrada— están siendo decomisadas por la Aduana cubana a su llegada al país. El caso más reciente ocurrió el 29 de noviembre en el aeropuerto de Cayo Coco, cuando un turista canadiense relató que sus lentes fueron retenidas inmediatamente después de pasar por el control de seguridad, pese a haber ingresado al país con ellas en visitas anteriores.
John Drummond, viajero frecuente, contó en un grupo de Facebook especializado en viajes a Cuba que llevaba las gafas sobre la frente al cruzar el escáner cuando varios agentes lo apartaron y rodearon.
“Supuestamente me las devolverán el día de salida… dedos cruzados”, escribió, visiblemente molesto. Según su testimonio, la reacción de los agentes pasó del desconcierto a la firmeza al identificar el modelo de lentes, un dispositivo capaz de grabar de forma discreta.
Otros usuarios confirmaron la historia. Tony Tracy, conocedor de regulaciones tecnológicas en Cuba, explicó que desde 2019 existe un decreto que prohíbe la entrada de “equipos con capacidad de vigilancia encubierta”, categoría en la que entran los smart glasses y cámaras integradas en objetos personales. Aunque cámaras convencionales y teléfonos móviles están permitidos, dispositivos de grabación no visibles entran en una zona especialmente sensible para las autoridades cubanas.
Viajeros de Canadá y Europa añadieron que en ocasiones los agentes guardan estos artículos en casilleros con un recibo de recogida para la salida del país. Algunos reportaron haber pagado entre 5 y 10 dólares canadienses para recuperarlos. Otros tuvieron experiencias más tensas: “En el corazón de alguno habrá quien rece para que llegues tarde y no alcances a recogerlas”, escribió con ironía un cubano radicado en Canadá, describiendo la mezcla de burocracia y oportunismo que algunos asocian a estos decomisos.
También se reportaron casos de turistas a quienes se les confiscaron gafas guardadas en el equipaje de mano. La regla, según los administradores del grupo, parece clara: si el dispositivo tiene cámara integrada, será retenido.
La recomendación de los viajeros más experimentados es sencilla: no llevar gafas inteligentes a Cuba. Al menos por ahora, la Aduana no está dispuesta a dejar pasar nada que pueda grabar sin ser visible.
